LA GRAN PRUEBA
Cannondale SystemSix, una bicicleta esperadísima y pensada para rodar a bloque.
Del amor al odio sólo hay un paso, la misma distancia que hay entre renegar de los frenos de disco y las bicis aerodinámicas y quedarse boquiabierto al contemplar una bici así en directo. Es lo que les ha ocurrido a varios ciclistas con los que coincidimos durante la prueba de esta SystemSix, la bici con la que Cannondale desembarca en el segmento de las bicis aero de ruta. Lo hace, como era de esperar, a lo grande, con un modelo sólo disponible para frenos de disco que tiene más argumentos que una estética espectacular.
RITMO DE CRUCERO
En la presentación internacional de Girona, a mediados de junio, los responsables del segmento de carretera de Cannondale incidieron en multitud de datos sobre el ahorro de vatios que supone el nuevo modelo respecto a nuestra idolatrada SuperSix. En resumen, que es mucho más rápida en cualquier condición -hasta 50 W rodando a 48 km/h y un 10% respecto a otro ciclista con una bici ligera a 30 km/h, según sus mediciones-, excepto cuando la pendiente se sitúa por encima del 6%. Tras varias salidas que nos convencieron de que la bici es rápida, sobre todo por la calidad de las ruedas KNé T64 y la posición que obliga a adoptar, quisimos reforzar nuestras sensaciones con datos. Para ello diseñamos un recorrido de casi 19 km, mayoritariamente llano, pero con una subida de unos 4,5 km al 3% y 175 metros de desnivel acumulado. Lo completamos a relevos junto a otros dos ciclistas en poco más de 26 minutos, a una velocidad media de más de 42,5 km/h. El resultado, comparando los tres potenciómetros, fue una diferencia de unos 30 vatios respecto a un compañero con una bici actual que podemos catalogar como ª aero ligera" y de unos 50 respecto al otro, con un modelo más antiguo sin elementos aerodinámicos. Incluso concediendo que ellos hicieran más esfuerzo en los relevos, y teniendo en cuenta que no fue una prueba con un protocolo estricto, las diferencias son notables como para no considerarlas. En subidas, si la pendiente es constante y ronda el 4-5% se desenvuelve con suficiencia, pero encuentra su límite cuando el porcentaje crece y en ascensos irregulares con rampas duras. Superar los 35 km/h y rodar acoplado es, simplemente, un placer.