Echenique dice que Saracho le comentó en febrero de 2017 que “venía a vender Popular”
El expresidente de Popular realizó esta afirmación días después de ser nombrado Asegura que el banco era solvente en junio de 2017
El que fuera presidente de Banco Santander España Rodrigo Echenique señaló ayer en su comparecencia como testigo en la Audiencia Nacional por el caso Popular que se reunió en dos ocasiones en 2017 con el que era entonces el presidente de Banco Popular, Emilio Saracho. La primera de estas reuniones se celebró en febrero, nada más tomar posesión de su cargo como presidente Saracho.
En esa reunión, el recién nombrado presidente de Popular le comentó “que venía a vender el banco”, ya que era la única solución para la entidad, según han explicado a este periódico varias fuentes jurídicas.
Echenique, que aseguró que se reunió con Saracho por cuestiones de amistad, señaló además que él no tuvo conocimiento y no lideró la operación que terminó con la compra de Popular por Santander. Esta afirmación, y según las mismas fuentes jurídicas, llamó la atención al juez de la Audiencia Nacional José Calama, ya que al parecer su respuesta era contradictoria con la afirmación realizada el pasado día 8 por la presidenta de Santander, Ana Botín, quien había explicado que la operación de compra la había liderado Echenique.
En este sentido, el exbanquero sostuvo que él pertenecía a Santander España, mientras que la adquisición se llevó a cabo desde la corporación Santander, por lo que los equipos que realizaron la operación no le reportaban a él. El testimonio de Echenique, que duró apenas dos horas y media, con un receso de 40 minutos incluido, está relacionado con la causa que investiga la Audiencia por presuntas irregularidades que llevaron a la resolución y posterior venta de Popular en junio de 2017.
La declaración de Echenique sí coincide con la de Botín en cuanto a la salud de Popular tras su compra. Aseguró que Popular era solvente, que cumplía los requisitos mínimos regulatorios y que no había déficit de provisiones, sino que estaban por debajo de la media del sector, y bastante por debajo de las que exige Santander. Por ello, cuando lo compran tras la resolución, le inyectan provisiones adicionales.
Además, justificó las altas tasaciones de su cartera inmobiliaria realizados por Popular al explicar que la regulación española sobre tasaciones “es perversa”, con 12 cambios de regulación en pocos años. De ahí, las diferencias entre el valor que reclamaba Popular al que finalmente lo tasó y vendió Santander a Blackstone.