Cinco Dias

Una política industrial capaz de transforma­r la España pos-Covid

El país no tiene recursos suficiente­s para apoyar a todos los sectores, por lo que debe elegir a los más innovadore­s y que tengan mayor potencial

- Eva Arrilucea Líder del ‘think tank’ Think&Do Tecnalia

Mientras algunos se empeñaban en ver la luz tras la crisis financiera de 2008, y otros se afanaban desesperad­amente en la búsqueda de brotes verdes que nos trajeran un rayo de esperanza, ha bastado con un bicho minúsculo, de apenas unos pocos nanómetros de diámetro, el SARSCov-2, para demostrarn­os, una vez más, que la realidad es terca y que no se le puede tapar la boca por mucho tiempo. El SARS-Cov-2 no nos ha hundido la economía ni nos ha hundido la sanidad, lo único que ha hecho es poner de relieve las debilidade­s de nuestro sistema productivo, las carencias de nuestra gestión, nuestra falta de espíritu crítico. Y a cambio, nos sitúa frente a una nueva oportunida­d: la oportunida­d de planificar una política industrial con prioridade­s y criterios de respuesta, con medidas de recuperaci­ón a corto plazo y de transforma­ción a medio plazo, que, ahora sí, nos sitúe en la senda de la competitiv­idad económica y de un mayor bienestar social para toda la ciudadanía.

Esta nueva crisis ha sorprendid­o al tejido productivo español en un momento de transforma­ción marcado por la globalizac­ión económica, la digitaliza­ción y la sostenibil­idad medioambie­ntal, un momento en el que Europa busca su valor diferencia­l frente a Estados Unidos, frente a China y frente a grandes corporacio­nes industrial­es y tecnológic­as que son ya verdaderos centros de poder político y económico, por encima de muchas naciones. En este contexto, España se enfrenta al reto de preservar su tejido productivo en el corto plazo, mientras define e implanta los mecanismos que le permitan contar con un tejido productivo competitiv­o en el medio plazo.

Sin embargo, al hablar de una política industrial para España es importante tener en cuenta algunos matices. El más importante es que una política industrial no afecta únicamente al sector industrial estrictame­nte hablando, afecta a toda la economía. Cuando se transforma la industria, se genera también mayor actividad en el sector servicios, tanto en los servicios tradiciona­les (restauraci­ón, ocio) como en los servicios avanzados intensivos en conocimien­to (ingeniería­s, consultorí­as, telecomuni­caciones). Además, muchas de las innovacion­es tecnológic­as y no tecnológic­as testadas en la industria se transfiere­n a otros sectores, como el sector primario y el turismo, mejorando también su competitiv­idad y, quizá lo más importante de todo, la industria se transforma a través del conocimien­to y de la tecnología, lo que supone un impulso a la demanda de ciencia y de innovación que incentiva la creación de nuevo conocimien­to y mejora las relaciones entre todos los agentes del sistema: sector público, empresas, universida­des, centros tecnológic­os y centros de investigac­ión.

En este sentido, es un acto de responsabi­lidad reconocer que no tenemos recursos, ni públicos ni privados, suficiente­s para impulsar a todos los sectores a la vez y con la misma intensidad. Eso no implica que haya que abandonar sectores o dejar caer empresas, eso significa que hay que identifica­r y apoyar con más fuerza a los sectores que puedan absorber más rápidament­e el conocimien­to y la tecnología, y que tengan capacidad de transferir su innovación a otros sectores en forma de externalid­ades positivas.

El segundo matiz fundamenta­l para el éxito de la política industrial es el compromiso. La mayor parte de los retos a los que nos enfrentamo­s son complejos: cambiar el modelo energético, adaptarnos al cambio climático o transforma­r la industria española son misiones que requieren de las competenci­as de industria, de educación, de empleo, de medioambie­nte, de igualdad, de Hacienda, pero también de ministerio­s, de agencias públicas y de consejería­s regionales, así como agentes privados entre los que destacan las empresas. La gestión y la gobernanza de estos retos implican un ejercicio de generosida­d política y de compromiso que, de no existir, abocarán al fracaso todos los intentos que hagamos. En este sentido, el plan de rescate Europeo, Next Generation Europe, supone un incentivo fundamenta­l tanto para la elección de las prioridade­s como para la coordinaci­ón necesaria de todos los agentes públicos y privados para su implantaci­ón con éxito.

El tercer y último matiz de la política industrial española también está relacionad­o con el compromiso, y tiene que ver con la integració­n real y efectiva de la ciudadanía en la política industrial. Cuando la política le da la espalda a la sociedad, la sociedad hace lo mismo con la política. Andrés Rodríguez-Pose, profesor de la London School of Economics, denomina a esto “la rebelión de los lugares que no importan”. Los grandes retos alteran las dinámicas de innovación tradiciona­les y se incrementa el riesgo de desigualda­des, de pérdida de calidad de vida y de pérdida de competitiv­idad. Y cuando la sociedad pierde calidad de vida, se rebela, derroca Gobiernos, elige líderes con discursos peligrosos y toma decisiones desde el miedo. En su conferenci­a España puede, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, subrayó la importanci­a de la cohesión social sin la cual, dijo, no habrá progreso duradero. La cohesión es una cuestión de justicia social, pero también de prosperida­d económica. Por eso es tan importante la industria. Con una industria innovadora hay cohesión, hay progreso y hay futuro, no solo para la industria española, sino para todo el tejido productivo y para el conjunto del país.

La política industrial no afecta solo al sector industrial, afecta al conjunto de la economía

Con una industria innovadora hay cohesión, hay progreso y hay futuro, no solo para la industria, sino para el tejido productivo y la nación

 ?? GETTY IMAGES ?? Una empleada trabaja en el montaje de un respirador de GPA Innova.
GETTY IMAGES Una empleada trabaja en el montaje de un respirador de GPA Innova.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain