La expansión del 5G impulsará toda la cadena de valor tecnológica
Como resultado de la pandemia, las empresas, los consumidores y los países se han dado cuenta de lo importante que ha llegado a ser una infraestructura de telecomunicaciones que funcione bien. Debido a su gran ancho de banda, bajos tiempos de espera y el alto procesamiento de datos, la tecnología 5G no solo permite una comunicación más rápida y segura, sino que también impulsa la conectividad. La UE tiene previsto ampliar aún más la red 5G y ha proporcionado varios programas con este fin. El programa Horizonte 2020 contempla 700 millones de euros para su expansión, mientras que la industria privada invertirá cinco veces más.
La generalización de la tecnología 5G puede beneficiar a las telecos más avanzadas en este sentido. “Creemos que compañías europeas como Ericsson o Nokia están a la vanguardia en esta tecnología y se pueden ver beneficiadas”, apunta Brian O’Reilly, director de inversiones de Mediolanum International Funds.
Ahora bien, el desarrollo de las redes de 5G tan solo es el medio, pero el fin último es lograr una mayor digitalización de la economía y la sociedad europea. “La digitalización va a brindar buenas oportunidades a muchas compañías. Ahora bien, el aprovechamiento de los fondos europeos puede ser difícil. La Unión Europea también quiere apostar fuerte por la educación, invirtiendo más en los jóvenes y en programas de formación continua para los trabajadores. Este aspecto también formará parte de la agenda de transformación digital”, apunta Fabio Balboni, economista jefe para Europa de HSBC.
Para beneficiarse de la tendencia positiva hacia la digitalización, tiene sentido “posicionarse a lo largo de la cadena de valor”, reflexionan en el equipo de banca privada de BNP Paribas. Ahí aparecen los proveedores de infraestructuras, los fabricantes de semiconductores (como Intel), los operadores de torres de radio (como Abertis), los fabricantes de terminales o proveedores de componentes y periféricos (como Logitech), los operadores de centros de datos, los proveedores de software y las empresas de telecomunicaciones.
Todas estas industrias se verán beneficiadas tanto por la tendencia imparable de la digitalización como por la inyección de fondos públicos para que empresas, Administraciones y familias avancen por este camino.