Cuándo no se pagan impuestos cumplidos los 65 años
Vivienda habitual. La venta de la vivienda habitual queda libre de impuestos siempre que lo obtenido se reinvierta en la compra de una nueva, con la misma finalidad y en el plazo máximo de dos años. Pero cumplidos los 65 años, la ganancia patrimonial de esa venta queda exenta sin ningún tipo de condición. No es necesaria la reinversión. Para disfrutar por completo del beneficio fiscal y si la vivienda fue adquirida por un matrimonio en régimen de gananciales es necesario, eso sí, que ambos cónyuges tengan cumplidos los 65 años.
Venta de una segunda vivienda y otros bienes. La venta de la casa de la playa, el reembolso de una cartera de fondos o el traspaso de una farmacia o una licencia de taxi quedan libres de impuestos a partir de los 65 años con una condición: destinar el dinero a una renta vitalicia, por un máximo de 240.000 euros.
Donación del negocio familiar. Traspasar participaciones en una sociedad o en un negocio familiar también presenta importantes ventajas fiscales llegados los 65 años. Siempre y cuando la empresa o negocio cumpla los requisitos del régimen de empresa familiar, que el donante (mayor de 65 años) deje de ejercer las funciones de dirección y que el que recibe la donación sea un familiar directo. “En estos casos, los donatarios podrán aplicar una reducción del 95% en el impuesto sobre donaciones (hasta el 99% en algunas comunidades autónomas) y el donante no tributará en su IRPF por el aumento de valor que hayan experimentado las participaciones donadas”, explican desde Ibercaja Banco.
Mínimo del contribuyente. A partir de los 65 años aumenta en 1.150 euros anuales el mínimo personal y familiar en la declaración del IRPF, por lo que ese mínimo asciende a 6.700 euros. Además, si el contribuyente tiene una edad superior a 75 años, el mínimo aumentará adicionalmente en 1.400 euros anuales, lo que implica una cuantía de 8.100 euros.