La nueva Directiva de Servicios de Comunicación Audiovisual, pendiente
► Plazos. España trabaja contra reloj para recoger en su ordenamiento la nueva normativa comunitaria sobre los servicios audiovisuales que afectará a televisiones y plataformas. El plazo de trasposición para los Estados miembros vencía el 18 de septiembre; sin embargo, el Covid-19 ha desplazado de la agenda política asuntos de calado como este y España ( junto a otros muchos países) va con retraso. Esta directiva sustituirá a la de 2010, que se había quedado obsoleta tras los grandes avances tecnológicos de la última década. La trasposición que deberá realizar España corresponde a la estrategia de los países para crear un mercado único digital.
► Contenido. El espíritu de la norma es proteger a la industria audiovisual europea e incentivar la producción. Para ello, el texto obliga a las plataformas de streaming de películas y series a reservar un 30% de su catálogo a producciones de la Unión Europea. También incluye una serie de medidas de protección de menores, la imposición de una presencia mínima de obras en lenguas oficiales y exige a los gigantes del streaming una contribución financiera a la producción de obras europeas, “mediante inversiones directas en contenidos y aportaciones a fondos nacionales”.
► Valoración. Los expertos del audiovisual esperan con expectación la trasposición de esta norma. “Me gustaría que el Gobierno fuese muy ambicioso a la hora de trasponer la directiva, que estuviese en el rango más alto de Europa para mostrar España como potencia”, anhela Emma Lustres, de Vaca Films. El presidente de la Spain Film Commission, Carlos Rosado, por su parte, demanda mayor flexibilidad. “La trasposición de la norma europea debe establecer un sistema flexible y adaptado para que las plataformas [que son los grandes ejes de la producción internacional], inviertan en España y traigan aquí sus producciones”, demanda.