La industria de los refrescos salta en bloque contra la subida del IVA
Considera la medida “injusta y discriminatoria” y la patronal de Coca-Cola ve un “componente ideológico”—
La decisión del Gobierno de subir el IVA del 10% al 21% a las bebidas edulcoradas o azucaradas, incluida en el plan presupuestario presentado a Bruselas el jueves, ha soliviantado al sector, que el viernes reaccionó en bloque contra una medida que consideran injusta e ineficaz, y que incluso considera que no hay evidencia de que el azúcar cause problemas de obesidad.
Así, la Asociación de Bebidas Refrescantes (Anfabra), la patronal que defiende los intereses de Coca-Cola y Pepsico, entre muchas otras, tildó la subida impositiva de ”discriminatoria” y aprecia “un claro componente ideológico”, según un comunicado remitido este viernes. A su juicio, “se trata de un duro golpe a la hostelería, al consumidor y a la industria de bebidas”.
La asociación defiende que la medida, conocida en la noche del jueves, “se desmarca de la tendencia general que se está siguiendo en Europa”, aunque no en lo que respecta al contenido de azúcar, sino a las subidas de impuestos al consumo en un momento de crisis. Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Grecia, Reino Unido y Lituania, defendió Anfabra, han aprobado reducciones del IVA para la reactivación del consumo. “Un impuesto a productos universalmente consumidos afectaría a todos y especialmente a las rentas más bajas, las más golpeadas por la crisis, lo que mermaría aún más su poder adquisitivo”, dice la patronal, que defiende que la subida fiscal “no tiene ningún rigor científico” porque “son productos seguros”.
En la misma línea se manifestó la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab), la principal patronal del sector. Esta rechaza que la subida del IVA vaya a implicar un cambio en los hábitos de consumo. “Solo tiene un efecto recaudatorio”, explicó la asociación.
Su director general, Mauricio García de Quevedo, cree que la subida impositiva “va a retraer de manera considerable el consumo”, y acusa al Gobierno de “una gran falta de sensibilidad” hacia la hostelería, un sector “gravemente afectado por la pandemia”. Este también aseguró que estas bebidas
“no tienen ningún efecto probado sobre la salud ya que la obesidad y el sobrepeso tienen un origen multifactorial”.
La patronal de gran consumo, Aecoc, dijo por su parte que el gravamen “debilita el consumo” y que este tipo de medidas tienen un efecto “claramente negativo en un contexto de retracción de la economía”.
El Gobierno central sigue la estela de la Generalitat de Cataluña, que en 2017 ya aprobó una tasa similar y que está recurrido ante la justicia a la espera de una sentencia definitiva. El impuesto sobre bebidas azucaradas envasadas (IBAE) grava a refrescos, zumos, bebidas isotónicas, bebidas vegetales, energéticas o aguas con sabores con edulcorantes o azúcares añadidos. En los tres años en los que ha estado en funcionamiento la Generalitat ha recaudado 99 millones de euros, según los datos del Instituto de Estadística de Cataluña. En 2019 fueron 34,7 millones, un 17% menos que en 2018.
Acusan al Gobierno de una “gran falta de sensibilidad” hacia la hostelería