“Invertimos lo que podemos financiar con nuestras fuerzas”
PRESIDENTA DEL GRUPO RED ELÉCTRICA
/ Plan estratégico. “Es realista y honesto, y tenemos que proteger el grado de inversión”
/ Mercado. “El reto ahora es integrar de forma solvente toda la energía renovable”
/ Hispasat. “No descartamos un socio industrial; en Reintel mantendremos el control”
/ Futuro. “No es posible hacer una buena transición digital y energética sin REE”
Beatriz Corredor (Madrid, 1968) preside el grupo Red Eléctrica (holding que incluye REE) desde hace un año (relevó a Jordi Sevilla). Con amplia experiencia en política de vivienda (registradora de la propiedad en excedencia, ex presidenta de la entidad pública empresarial del suelo Sepes y ex ministra de Vivienda), acaba de lanzar un plan estratégico para Red Eléctrica hasta 2025 “realista y honesto, para preservar el grado de inversión de la compañía y hacer que siga siendo confiable dentro de diez años”. En conversación con CincoDías, desvela su obsesión por la integración eficiente de las energías renovables en el sistema, así como su almacenamiento.
Analistas como Citi ven a Red Eléctrica infravalorada en Bolsa. ¿Cambiará la percepción general con el nuevo plan estratégico 2021-2025?
Red Eléctrica no es una empresa volátil, tiene vocación estructural. El plan hay que mirarlo a largo plazo. Dura cinco años porque se ajusta al periodo regulatorio que acaba de empezar con el nuevo régimen de remuneración de la CNMC, pero la estrategia del grupo es a largo plazo y, desde luego, va con el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima). Que el mercado tenga esta pulsión un poco nerviosa o de urgencia es razonable y suponíamos que iba a ocurrir [REE cayó en Bolsa un 5% el día que presentó el plan y que se hizo la entrevista, el miércoles de la semana pasada]. El plan tiene algunos aspectos sensibles pero cuenta con un fuerte compromiso con la transición energética, el impulso de la conectividad y la consolidación del negocio internacional. Veremos la evolución a lo largo del periodo.
Hay quien piensa que parece poco ambicioso con 4.400 millones de euros de inversión en cinco años...
El plan es realista, transparente y honesto. Realista porque está basado en lo que podemos hacer con nuestras fuerzas, sin voluntarismos y sin crear falsas expectativas. No incorpora posibles mejoras que puedan venir, por ejemplo, de los fondos europeos; ni futuribles que no dependen de nosotros, como efectos regulatorios o inversiones adicionales que podamos acometer. Está estrictamente alineado con lo que podemos hacer con nuestras propias fuerzas.
También es honesto porque le estamos dando visibilidad al mercado más allá de 2023. Nuestra obsesión es hacer ver al mercado que nuestro balance sea solvente y que no perdamos el grado de inversión. Por eso hemos planteado algunas alternativas que no son necesariamente sumatorias, como la reducción del dividendo a partir de 2023. Hasta donde llegamos, nos comprometemos a dar como mínimo 0,8 euros en dividendo [1 euro hasta 2022].
¿Por qué ha planteado un menor dividendo a partir de 2022?
Tenemos la obligación de ser solventes a medio plazo. Sacar un plan más bonito sobre el papel es posible, pero quiero que con este plan se le diga al mercado, al Gobierno, a la sociedad y a las empresas que, a 2030, REE sigue siendo confiable. Entiendo que haya inversores que tengan otro tipo de prioridades que les pueda llevar a tener ahora la sensación de que es mejor salir, pero a medio plazo se van a arrepentir. Nuestra vocación es de permanencia. La transición energética y digital en España no se puede hacer sin Red Eléctrica. Le pido confianza y paciencia a los que quieran esperar; a los que no quieran esperar, tienen la Bolsa a su disposición.
¿Está la actividad de la empresa convenientemente remunerada por la CNMC, que regula muy buena parte de los ingresos?
El regulador ha tomado medidas que son razonables, pero ahora lo que tenemos que hacer es otra cosa. El sistema eléctrico va hacia una integración masiva de renovables, una mayor digitalización e inteligencia, que las redes sean más autosuficientes y solventes, lo que conlleva una inversión de otro tipo. Hasta hace poco era impensable que la red eléctrica pudiera acoger una infraestructura como la fibra óptica. Todo esto va a llevar a una serie de cambios regulatorios, concretamente en la red de transporte. Cuando llegue 2025, la CNMC tendrá que plantear cuáles son las necesidades para que el sistema siga funcionando de forma estable.
¿Se plantea ampliar capital?
No nos lo estamos planteando en ningún caso. Hemos planteado algunas alternativas y la más visible es la de reducir el dividendo a al menos 0,8 euros por acción a partir de 2023. Es verdad que estamos en un momento en el que la demanda de infraestructuras de telecomunicaciones está muy alta y nosotros tenemos una posición muy cómoda, con 55.000 kilómetros de fibra y el 66% de todo el mercado. ¿Qué vamos a hacer con esto? Optimizarlo. Necesitamos hacer una inversión para llegar a nuevos clientes en el ámbito local y regional, para dar nuevos servicios y el despliegue de la tecnología que quiere el país, sobre todo de 5G. Así, vamos a invertir 115 millones en este ámbito y la posibilidad de tener socios estratégicos que apoyen esta previsión de expansión sí está sobre la mesa. No obstante, no tenemos prisa ni hay una operación en curso. Simplemente planteamos que es una buena alternativa, pero la opción de desgajar la compañía o ampliar capital no la necesitamos.
Nuestra visión no tiene voluntarismos ni crea falsas expectativas. No incorpora futuribles que no controlamos
Nuestra obsesión es hacer ver al mercado que somos solventes y no perder el grado de inversión. Pido paciencia
La interconexión con Francia estará en marcha en 2027. Me consta el compromiso absoluto del Gobierno. Estamos tranquilos
¿Está sobre la mesa vender una parte de Hispasat?
Hispasat es una compañía que tenemos casi al 90% y que tenemos socios y accionistas que son públicos. Tendría sentido incorporar un socio estratégico para fortalecer sus capacidades. El mercado es dinámico y siempre está abierto a oportunidades. Es verdad que en el ámbito de las telecomunicaciones hay un mayor interés por la fibra por razones obvias de la necesidad de despliegue, pero también es verdad que en el ámbito satelital hay mucho proceso de cambio y se están produciendo alianzas. Por tanto, se ha tanteado al mercado y hay interés, pero no hay ninguna operación en este momento.
¿Y en el caso de Reintel?
En Reintel no nos planteamos perder nunca el control. Red Eléctrica tiene todas las capacidades, experiencia, competencia y talento para desarrollar el negocio por sí misma. En Hispasat, por el cambio de negocio, sería ideal un socio estratégico, pero para Reintel tenemos las capacidades en casa. Nos planteamos un socio financiero que nos ayude al despliegue de la inversión.
¿Hay algún interesado?
El mercado está muy interesado en todos los productos de telecomunicaciones.
En el plan, 2.846 millones de euros irán al desarrollo de la red. ¿Podría detallar en qué consiste la inversión?
Vamos a optimizar la red de transporte de energía para que pueda afrontar los requerimientos de integración de las renovables, pero desde un punto de vista óptimo. Por tanto, en una parte es optimizar lo que ya hay, aunque también parte de la planificación irá a nuevas líneas, unos 2.700 kilómetros, y también a almacenamiento, digitalización y mejoras de software. Son elementos que le dan fuerza al sistema para poder integrar renovables de forma segura. El almacenamiento permite que en un momento en el que hay mucha energía no se pierda. Y cuando haya menos, esa energía almacenada se puede dar a la red, lo cual da equilibrio y garantía al sistema, así como una cierta estabilidad de precios.
¿Hay burbuja de renovables?
Acaban de cambiar las reglas del juego y ahora hay un nuevo método de subasta con puja por precio. La del 26 de enero dio muy buen resultado y ahora tenemos la responsabilidad de hacer posible que todos estos parques de energía renovable, sobre todo eólica y solar, se incorporen a la red de forma solvente y equilibrada. Tenemos que hacer que el sistema no se resienta, porque las renovables son imprevisibles en buena medida.
Tenemos la responsabilidad, como operador del sistema, de gestionar y controlar las solicitudes de acceso y conexión. Es verdad que la previsión del PNIEC es exigente, pero ahora mismo tenemos unas solicitudes que superan mucho a lo previsto en el plan a 2030. ¿Esto es bueno o malo? Pues depende. Lo importante es que seamos capaces de acompañar esta mayor generación de renovables con un buen sistema de almacenamiento que haga que no se viertan. Otro factor determinante son las interconexiones internacionales.
¿Cómo avanza el acuerdo para la interconexión España-Francia?
Es un hito crítico para el Estado. El Gobierno está muy implicado. Esta semana hay una cumbre hispano-francesa y uno de los puntos clave será la interconexión con Francia vía golfo de Vizcaya. Llevamos un retraso considerable respecto a las exigencias europeas. Estamos en el 2,8% y en 2020 tendríamos que llegar al 10%. Para 2030 tenemos que estar en el 15%. Necesitamos la colaboración de Francia. Estamos intentando desbloquear los inconvenientes técnicos que han surgido.
¿Técnicos o políticos?
Son procesos complicados. Si hay que juntar dos países se dan más dificultades. Por ejemplo, en 2019 se produjo un movimiento de una falla submarina por donde iba a pasar el cable y hubo que replantear todo el trazado para que pasara por tierra. Ahora implica que haya una red de alta tensión en un municipio y esto conlleva una tramitación adicional y provoca un retraso. Está previsto que la interconexión con Francia esté lista en 2026 y se ponga en marcha en 2027. Me consta el compromiso absoluto del Gobierno. De hecho, hay firmado un compromiso de España, Portugal y Francia para las interconexiones.