Cinco Dias - Cinco Dias - Executive Excellence (ABC)
Desafíos de la Unión Europea sexagenaria
Opinión de expertos: Jesús Fernández Villaverde.
La evolución de la economía global, especialmente la de los países europeos, plantea interrogantes cada vez más complejos. En un entorno marcado por las diferencias entre los estados miembros de la UE, la pérdida de la hegemonía europea en la económica mundial es evidente y plantea diferentes preguntas. ¿Es sostenible el proyecto de la Unión Europea a largo plazo? Y si es así, ¿cómo conseguir que se convierta en un centro de bienestar y prosperidad para todo el mundo?
Según Jesús Fernández Villaverde, catedrático de Economía de la Universidad de Pensilvania, la viabilidad del proyecto comunitario únicamente será posible si se acometen reformas que ayuden a redescubrir la idea inicial de supranacionalidad, se simplifican las estructuras existentes y se implanta un control democrático de las instituciones.
Así lo aseguró en la conferencia titulada “El diseño de la nueva Europa tras el Brexit en un mundo bipolar China-EEUU” que pronunció recientemente en la Fundación Rafael del Pino. El también catedrático del Nacional Bureau of Economic Research (NBER) aseguró a Executive Excellence que Europa necesita más que nunca una política común de seguridad y defensa que sea efectiva y le permita adquirir capacidades de actuación frente a las amenazas que acechan el entorno global como los ataques terroristas, la inestabilidad en el norte de África o el ciberterrorismo.
Es necesario crear un sistema unificado supranacional que respete los conceptos fundacionales y de funcionamiento planteados en el origen de la Unión Europea
FEDERICO FERNÁNDEZ DE SANTOS: Nick Clegg, ex viceprimer ministro británico, exponía recientemente en Executive Excellence su visión sobre las necesidades de la Unión Europea. Destacaba que era urgente impulsar una reforma monetaria fiscal y un pacto de estabilidad entre el norte del sur de la eurozona, donde ambas partes asumieran las necesarias reformas económicas y sociales que llevasen prosperidad al conjunto. ¿Qué opina de esta teoría?
JESÚS FERNÁNDEZ VILLAVERDE: Estoy de acuerdo con el diagnóstico de Nick Clegg. Se necesitan importantes cambios en la eurozona, pero deberían partir de una reforma institucional basada en tres pilares. El primero sería simplificar la actual estructura de gobierno en la Unión Europea. En los últimos 25 años se han creado multitud de acuerdos bilaterales extremadamente complejos. Con acuerdos bilaterales no me refiero a los tratados entre dos países, sino a los convenios que se contraponen a los supra-nacionales, como el mecanismo de estabilización europea; este tipo de acuerdos generan muchas complicaciones y dificultan la existencia de un adecuado funcionamiento del bloque comunitario. Por eso, creo que sería necesario crear un sistema unificado supranacional que respete los conceptos fundacionales y de funcionamiento planteados en el origen de la Unión.
Reino Unido era uno de los principales opositores al cierre de acuerdos supranacionales. Ahora que va a salir del bloque espero que sea posible avanzar en este ámbito.
El segundo segundo pilar que sustentaría esta reforma sería la simplificación de la Comisión Europea. No tiene sentido tener una Comisión con 28 miembros y más de 46 Agencias. Se necesita una estructura más simple, aunque algunos países no tengan comisario. De esta manera, la existencia de las Agencias tendría más sentido.
El tercer pilar de esta reforma estructural debería sustentar la necesidad de tener un conjunto común de políticas económicas y monetarias, cuya aprobación pueda realizarse por mayoría y no por unanimidad. Solo así será posible empezar a hablar de una política fiscal y monetaria mucho más integrada.
F.F.S.: En todas las entrevistas que versan sobre geoestrategia se habla de las amenazas a las que se enfrenta la Unión Europea: ataques terroristas, Rusia, cirberterrorismo o inestabilidad en el norte de África y Oriente Medio… Nick Clegg y Richard Burns, entre otros, coinciden en las grandes ventajas que una política exterior y de defensa común aportaría a la Unión Europea. Llama la atención que el vice primer ministro británico y usted utilicen el mismo ejemplo: si se sumaran todos los presupuestos europeos destinados a defensa, se duplicaría la cifra de China y Rusia unidas.