Cinco Dias - Cinco Dias - Executive Excellence (ABC)
El directivo ante el desafío secesionista
Opinión de expertos: José Luis Bonet.
Más de 2.700 compañías han salido de Cataluña en el último mes y medio a causa del proceso independentista, según rebela un informe de Foment del Treball. La región corre el riesgo de que, además de su sede, las empresas decidan trasladar su producción, algo que dañaría, y mucho, la economía local.
Y es que tal y como afirma el ministro Luis de Guindos (páginas 10-14) las consecuencias de la crisis política han comenzado a materializarse. La ocupación hotelera en la comunidad ha caído un 83% y la facturación, un 13%. Además, las ventas, la entrada de turistas y la matriculación de vehículos han crecido por debajo de la media europea.
José Luis Bonet, presidente de Freixenet y de las Cámaras de Comercio de España, lleva tiempo alertando de que esto podía ocurrir. La multinacional vitivinícola se resiste, por el momento, a trasladar su sede, a la espera de los resultados electorales del próximo 21 de diciembre y gracias a la aplicación del artículo 155. Sin embargo, el directivo no descarta inscribir el domicilio fiscal del la empresa fuera de Cataluña si las circunstancias lo requieren.
Durante su intervención en el Congreso de Directivos (CEDE) el presidente de Freixenet instó a los empresarios a hablar claro sobre el proceso secesionista, y pidió a todos los catalanes que reflexionen de cara a la próxima cita en las urnas.
La economía española ha sufrido en estos años un cambio estructural en el que nuestras empresas se han apoyado en el sector exterior para mantenerse y crecer
Una economía de primera división
Cuando yo era joven, España era una dictadura, ahora es una democracia homologada. Entonces era un pequeño embrión de un estado de derecho; hoy es un estado de derecho consolidado; por aquella época comenzaba a gestarse el estado de bienestar; en la actualidad es un estado de bienestar que ha conseguido superar una gran crisis económica. Pero uno de los logros más importantes es que aquella economía dirigida se ha convertido en una economía social, de mercado, donde las empresas son el motor del sistema.
Es obvio que tenemos problemas que hay que solucionar, pero podemos decir con orgullo que España ahora juega en primera división. Durante los últimos 10 años hemos atravesado una crisis económica brutal, pero hemos conseguido salir adelante. Yo siempre digo que los españoles somos especialistas en meternos en charcos, pero también afirmo que somos especialistas en salir de ellos.
A pesar de la crisis, que ha sido larga y dura, conseguimos evitar el rescate total ignorando las recomendaciones europeas. Ha habido muchos factores que nos han ayudado en este camino. En primer lugar, contar con un gobierno fuerte que se resistió a aceptar un rescate total. En segundo, nuestra pertenencia a la Unión Europea, porque si no formáramos parte del bloque comunitario y no hubiéramos recibido la ayuda del Banco Central Europeo, habríamos caído en el abismo. El tercer factor que nos ha ayudado a superar el bache ha sido la actitud de todos los ciudadanos españoles, que han seguido esforzándose por salvar la situación pese a la dureza de las condiciones.
Sin embargo, uno de los elementos que más ayudado a consolidar la recuperación ha sido la fuerza del sector exterior: el turismo y, sobre todo, la exportación. La economía española ha sufrido en estos años un cambio estructural, no coyuntural, en el que nuestras empresas se han apoyado en la internacionalización para mantenerse y crecer.
Internacionalizar la pyme, la gran oportunidad
España cuenta ahora con una plataforma de internacionalización formada por 2500 multinacionales españolas, 500 de ellas líderes en su sector. Pocos países pueden presumir de ello. Y, detrás de estas grandes compañías hay otras 5000 organizaciones denominadas mapis (marcas de alto potencial internacional) que son pequeñas y medianas empresas que han comenzado a trabajar fuera de nuestras fronteras.