Sistema aerotérmico en edificio protegido
Las tecnologías más avanzadas en climatización no están restringidas a edificios modernos o de reciente construcción. Algunos edificios históricos, todos ellos protegidos, han adoptado con éxito un modelo de climatización basado en aerotermia. Buen ejemplo de ello, uno más, es el de un edificio histórico y protegido en A Coruña, un palacete de 350 m2 repartidos en cuatro alturas que es vivienda habitual de sus propietarios.
Tanto la estructura como la fachada, e incluso las ventanas, estaban protegidas y cualquier actuación en el edificio debía respetar su aspecto original. Uno de los puntos más delicados al afrontar una reforma que persiga mejorar la eficiencia de un edificio de estas características es la falta de aislamientos de calidad que suelen presentar debido a su antigüedad. La protección de la que disfrutan dificulta la mejora del aislamiento, que es uno de los elementos críticos para la eficiencia de un edificio. En el caso de este palacete protegido, los responsables de la reforma admiten que las condiciones de aislamiento no eran las mejores en un edificio tan antiguo, pero los datos indican que después de la reforma se ha conseguido un ahorro del 60% en climatización. Ahora bien, ¿en qué ha consistido dicha reforma? Hasta el año 2012, este señorial edificio contaba con una caldera de gasoil de 30 kw, tanto para el servicio de calefacción como de agua caliente; un sistema que presentaba consumos exageradamente altos. Los propietarios tenían claro que, si bien no era posible mejorar el aislamiento del edificio, al menos podrían reducir el consumo de la calefacción. El ahorro en la factura energética era el objetivo; para ello se pusieron en manos de los técnicos de Reformas e Instalaciones Regueira, que tuvieron claro que la solución pasaba por incorporar la aerotermia a la instalación existente.
Se llevó a cabo la reforma, que consistió en la incorporación de una bomba de calor Genia Air 12 para el servicio de calefacción, en tanto que la antigua caldera de gasoil se mantenía como apoyo para la producción de ACS. La decisión de crear un sistema híbrido bomba de calor/caldera se tomó porque la caldera funcionaba perfectamente y no era necesaria su sustitución. De esta forma el coste de la reforma sería menor, mientras que el ahorro potencial seguía siendo muy importante, al ser el consumo de agua caliente mucho menor que el de la calefacción (15% frente a 85%). En cuanto a la emisión, se respetaron los viejos radiadores de fundición con los que ya contaba la vivienda, no solo por estética, sino también por minimizar el impacto de la reforma.
El resultado es un ahorro de en torno al 60% en la factura (calefacción y ACS), pero también un aumento en el confort y una reducción del nivel de ruidos de la vivienda. Y todo debido una reforma de muy bajo impacto en un edificio clasificado como histórico y protegido como tal.
Algunos edificios históricos, todos ellos protegidos, han adoptado con éxito un modelo de climatización basado en aerotermia