La GRAN GRIPE. Más mortífera que la I GUERRA MUNDIAL
LA RIVAL DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
EL VEINTIOCHO DE JULIO DE 1914, UN MES MÁS TARDE DE SER ASESINADO EL ARCHIDUQUE FRANCISCO FERNANDO DE AUSTRIA EN LAS CALLES DE SARAJEVO, SE INICIABA LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL, TRAS MESES DE TENSIONES POLÍTICAS. Lo que nadie podía imaginar era que, cuatro años después, a poco de que la batalla llegara a su fin, con más de quince millones de fallecidos, un enemigo devastador en forma de virus arrasaría con un número mucho mayor de personas.
La epidemia de gripe de 1918, más conocida como “gripe española” o “gran gripe”, llegó a Europa desde Estados Unidos, cuando tropas aliadas de este país desembarcaron en Francia.
BAUTISMO DE LA PANDEMIA
La censura de la prensa internacional evitó, en la medida de lo posible, la mención de los estragos de la enfermedad y de las primeras muertes para no mermar las esperanzas de la población, suficientemente hundida por la guerra.
Sin embargo, en España, al ser un país que no participó en el conflicto, habló abiertamente sobre la pandemia. Esto derivó en que se marcase como foco inicial de la enfermedad, y se le dio el nombre de gripe española. En especial al averiguar que el primer brote severo en el país fue entre los meses de mayo y julio de 1918, en Madrid y alrededores.
Pero todo apunta a que llegó desde Francia por voluntarios que habían regresado de la guerra en tren, a pesar de que la mala prensa insistió en que surgió aquí, pero como elemento de guerra bacteriológica, fruto de los alemanes, quienes habrían añadido el virus en la comida enlatada fabricada en España y enviada a países extranjeros.
UNA CEPA MORTAL
Entre el cincuenta y el sesenta por ciento de la población mundial se infectó, pereciendo el uno o el dos por ciento, lo que sería alrededor de cuarenta millones de personas, llegando a calcularse varios millones más.
En su inicio, la cepa actuó como una gripe normal, con una media de muerte del diez por ciento de los afectados. La mutación del virus pudo producirse el 22 de agosto, en el puerto francés de Brest, y en los campamentos militares británicos establecidos en esa zona del país.
En otoño de 1918, con la llegada del frío, el virus se cebó en gran medida, sextuplicando el caso de fallecidos.
En la tercera oleada, en la primavera de 1919, aunque el número de difuntos llegó a ser mayor que en el primer brote, fue notablemente más bajo que en el segundo. Esto se debe a que los supervivientes, al inmunizarse, no volvieron a contagiarse.
VÍCTIMAS JÓVENES
Una de las peculiaridades de la pandemia fue que afectó en mayor medida a adultos jóvenes, que se encontraban en una franja de edad que oscilaba entre los veinte y los treinta y cinco años. El motivo podía ser que este grupo, nacidos en las décadas de los 80 y 90, no tuviesen
ESTE AÑO SE CUMPLE EL CENTENARIO DE LA MAYOR PANDEMIA CONOCIDA EN LA HISTORIA, LA LLAMADA “GRIPE ESPAÑOLA”. HIZO PRESENCIA CUANDO LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL TOCABA A SU FIN, LLEVÁNDOSE CON ELLA MÁS ALMAS QUE LAS QUE ARREBATÓ ESTE CONFLICTO BÉLICO.
el metabolismo preparado para asolar una infección de estas características al no haber padecido una afección previa de una gripe similar, menos virulenta, como podía haber ocurrido a los que nacieron en fechas anteriores.
Otro es que parte de estas personas eran soldados. Se creía que el uso de gas por parte de los alemanes contra sus enemigos había afectado al sistema respiratorio, logrando que la infección fuese letal. Pero, aunque sí que podía ser parte del problema, la realidad era otra: durante este período, los militares vivían de forma precaria, apiñados en tiendas con unas con- diciones de salubridad nulas, el sistema sanitario sufría tal colapso que no podían ni cubrir las necesidades básicas, y la desnutrición los había debilitado. Además, estos lugares eran frecuentado por aves, importantes focos de contagio al ser portadoras del virus gripal, pero no verse afectadas por este.
Pero la transmisión era mucho más sencilla y fugaz. El simple contacto físico, la manipulación de objetos contaminados, o, principalmente, las partículas de saliva expulsas al hablar, estornudar o toser, eran suficientes para enfermar. Por eso, la sobreconcentración de gente en espacios cerraos
SE CREÍA QUE EL USO DE GAS POR PARTE DE LOS ALEMANES contra sus enemigos había afectado al sistema respiratorio de los soldados, logrando que la infección fuese letal.
facilitaba la propagación, que se extendía con cada nuevo contacto.
SINTOMATOLOGÍA
El aumento de muertes en la segunda etapa se debió, en gran número, a brotes de neumonía, que agravaban la infección. Aunque también el padecer una enfermedad previa, como el asma o problemas cardíacos, aumentaba el riesgo de fallecimiento, la principal causa era por lo que se llama una “tormenta de citosinas” (o “tormenta de citoquinas”), una sobresaturación del sistema inmunológico ante una amenaza externa, con resultados mortales, lo que hacía que a los pocos días de mostrar síntomas se muriese, en la mayoría de los casos, de ahogamiento por edema pulmonar.
Estos síntomas se iniciaban como el de una gripe común, con dolor muscular, cefaleas intensas y fiebre muy alta. A los dos o tres días, la rojez presente en el rostro por la congestión derivaba en un tono cianótico por la baja saturación de oxígeno en sangre, y expulsaba flemas parduscas, con el cuerpo ya afectado de bronquitis y/o neumonía. Entonces era cuando enfermeras y médicos sabían que poco podían hacer por el enfermo.
UNA DE LAS PECULIARIDADES DE LA PANDEMIA fue que afectó en mayor medida a adultos jóvenes, que se encontraban en una franja de edad que oscilaba entre los veinte y los treinta y cinco años.
LA PRESNA, AGENTE COMERCIAL
“ZOTAL. Gran desinfectante é insecticida. Cura la glosopeda, sarna, roña, etc., etc. Recomendado su empleo por real orden. El «ZOTAL» inglés de Burgoine se vende en Farmacias y Droguerías solamente en latas de 1/4, 1,5 y 10 kilos, decorados como el adjunto grabado, á pesetas 2,50 el kilo. No es legítimo el ZOTAL que no vaya envasado en esta forma. ¡¡¡Cudado con las imitaciones del país!!!”.
Este era uno de los anuncios más presentes en la prensa española sobre un producto que, en apariencia, era capaz de curar la gripe, entre otro muchos males. Pero no fue el único: “En Barcelona desaparece la GRIPPE porque usa la EUCALIPTINA INHALANTE. Medicación de uso externo. No eche a perder su estómago ni lo estropee con medicamentos de uso interno; estando bueno use usted la Eucaliptina Inhalante, remedio seguro
y comprobado para evitar y curar la GRIPPE, dengue, resfriados de todas clases, pues es un preparado exclusivamente vegetal, indicadísimo y recomendado por los señores médicos para las dolencias de las vías respiratoria. Insustituible en épocas de epidemia. Tonificar los bronquios y pulmones con Eucaliptina es evitar el resfriado. Evitar el resfriado es rechazar la Grippe, dengue, etc. Exija usted EUCALIPTINA INHALANTE. Un tubo 1,50 ptas”.
Más remedios “milagrosos” aparecieron en otros países en donde llegó la pandemia, como Bogotá: “Contra la grippe. Una receta eficaz. Sigue haciendo estragos en la ciudad la terrible epidemia de grippe, que toma cáracteres inquietantes. Puede asegurarse que no hay casa en que no haya dos, tres y cuatro enfermos y en los hoteles, fábricas y talleres se cuenten por docenas.
Un eminente médico, de los más autorizados de Bogotá, nos indicó antier que, como la mejor y más eficaz receta, recomendáramos al público la siguiente:
Sal de Pelletier…. 0,20 centigramos. Analgesina………0,20 centigramos. M. Y R. Hágase una cápsula y nueve iguales. Para tomar tres al día.Es claro que las señoras que se encuentren en estado interesante no podrán tomar estas cápsulas, cuya base es la quinina.
Además, los enfermos deben tomar sudores fuertes, de agua de tilo, borroja, etc.”.
Lo curioso era ver cómo estos anuncios, con más nuevos productos (tabletas “Humphreys nº 77”, leche malteada “Horlick´s”, “Quina-Laroche”, etc), iban en aumento cuanto más se llenaban páginas de los diarios con nuevos enfermos y muertos por la gripe española, con titulares como: “Pasan ya mil los casos de 'Influenza española' que se registran en la capital (de México)”, o fragmentos donde se explicaba que “el día 17 ocurrieron en Barcelona 207 defunciones por toda clase de enfermedades… por afecciones gripales 36 óbitos y 10 por neumonía y bronconeumonía”, o la ordenanza de nuevos empleos, donde el gobernador “ha ordenado al inspector de seguridad que autorice a todos los guardias que hayan sido cocheros a que pres-
LOS REMEDIOS "MILAGROSOS" aparecieron en la prensa de muchos países, donde llegó la pandemia. Lo curioso era ver cómo estos anuncios iban en aumento cuanto más se llenaban las páginas de los diarios con nuevos enfermos.
ten sus servicios en calidad de tales, en los coches de la Casa de Caridad (para los entierros), si lo quieren hacer voluntariamente”.
El diario “España médica”, en su número del diez de mayo de 1919, pasada la pandemia, mostraba su desconsuelo por el desconocimiento de la enfermedad y los daños ocasionados: “En los meses de octubre y noviembre último se presentó la gripe en forma epidémica en varios pueblos de esta zona (Madrid), que fueron duramente castigados por la dolencia, pasando la mortalidad en algunos de ellos del 50 por cien. La difusión de la epidemia ha revestido formas y caracteres verdaderamente raros, caprichosos, si se quiere, pues en tanto que fueron invadidos de una manera simultánea los vecindarios de Zaorejas, Morillejo, Arbeteta, El Recuenco, Salmerón, Sacedón y Casasana, caracterizándose en ellos la aparición de la enfermedad por una rapidísima y repentina explosión morbosa quedaron, en cambio, sin sufrir el azote del mal otros pueblos (Peralveche, Escamilla, Millana y Castilforte), enclavados en esta misma zona,
muy próximos a los invadidos en una extensión total de 20 km, y a través de los cuales pasó, sin ocasionar entonces la más pequeña molestia, el fantasma de la gripe. ¿Cómo explicarnos esta irregular difusión de la epidemia? ¿Qué influencias meteorológicas o telúricas pueden invocarse en este caso, tratándose de pueblos colocados a una distancia máxima de 6 km y de iguales condiciones topográficas? No cabe invocar tampoco el empleo de los pueblos indemnes de medidas profilácticas de ningún género, puesto que ni siquiera se interrumpieron entre unos y otros las naturales relaciones de vecindad, continuando como en época normal el visiteo a los parientes y amigos enfermos”.
TRAS LA DESAPARICIÓN
La gripe española desapareció tal y como se presentó: repentina e inexplicable. El número de muertos a su paso la había convertido en la pandemia más letal de la Historia, hasta donde se conoce. En el país donde se supone que se originó, Estados Unidos, dejó unos seiscientos mil fallecidos, mientras que en España, adonde apuntaron todos los dedos, solo fueron alrededor de doscientos mil. Los países más afectados se encontraban en Asia, siendo China la más dañada, con treinta millones de víctimas, seguida de la India, con unos quince millones.
ESTUDIOS ACTUALES
Que un virus de dichas características causara tales estragos y resultara difícil conocer tanto su comportamiento como por qué desapareció de repente, por si una nueva pandemia así de letal pudiese repetirse, intencionadamente o no.
El profesor en microbiología Adolfo García-Sánchez, de la Facultad de Medicina del Hospital Monte Sinaí, en Nueva York (EE.UU.), estudia las causas de la enfermedad, analizando las características moleculares, hasta reconstruir el virus H1N1 que atacó en 1918.
Por otro lado, desde 1996, Jeffery Taubenberger, del Instituto de Anatomía Patológica de las Fuerzas Armadas de Washington (EE.UU.), ha probado los efectos del virus en ratones y simios, demostrando un colapso inmunológico letal, tras recrear el virus a partir de tejido pulmonar de uno de los fallecidos de la gripe española de 1918.
Desde la Universidad de Arizona (EE.UU.), el doctor Michael Worobey, asegura que el virus surgió antes de 1918, al estudiar material genético de un virus de gripe aviar y características similares ya presente, una década antes, entre la población.
LOS PAÍSES MÁS AFECTADOS SE ENCONTRABAN EN ASIA, siendo China la más dañada, con treinta millones de víctimas, seguida de la India, con unos quince millones.