LAS CEPAS ASIÁTICAS
EN 1957, UNA NUEVA MUTACIÓN DE UN VIRUS DE LA GRIPE (EL H2N2), presente en las aves, contagió a los cerdos, y se propagó entre la Humanidad. La “gripe asiática” (nombre que recibió) se extendió, causando la muerte de más de cinco millones de personas en un solo año a nivel mundial. Aunque la llegada de vacunas y el uso de penicilina ayudó a paliar ciertos efectos, no fue hasta que el virus sufrió otra mutación, en la primavera de 1958, cuando se le pudo frenar con antibióticos.
Once años más tarde, durante la guerra de Vietnam, otro brote pandémico se extendió desde Hong Kong. El virus de gripe aviar H3N2 infectó a soldados británicos y estadounidenses que participaron en el conflicto bélico y que se “llevaron” la enfermedad a otros países, causando más de un millón y medio de bajas.