Coche Actual

Bien armados

Kia y Volkswagen muestran su visión de una berlina media de estilo coupé, al tiempo que exhiben, con su última tecnología, de lo que son capaces a través de dos excepciona­les coches con capacidad de representa­ción, para viajar cómodament­e y, sobre todo, d

- MIGUEL GARCÍA-VIDAL mgarcia-vidal@mpib.es / FOTOS: M. HELSING

Actualment­e Stinger y Arteon son los buques insignia de Kia y Volkswagen —hasta que en abril llegue el nuevo Touareg—, dos berlinas coupé que tanto por dimensione­s como enfoque se sitúan a caballo de los segmentos D y E, dado que el primero no es un Optima con zaga descendent­e, mientras el segundo, pese a derivar del Passat, se presenta como un modelo con mayor ambición.

El Stinger es una culminació­n del sueño de Hyundai Kia Auomotive Group por contar con lo mejor, cuando en 2014 contrató a Albert Biermann, responsabl­e de muchos de los BMW M de las tres últimas décadas, para que se hiciese cargo del desarrollo de sus vehículos de alto rendimient­o. Por ello, el Stinger rezuma aire premium. No sólo por su concepción mecánica, con motor dispuesto longitudin­almente y tracción trasera o total, también por su equipamien­to, tecnología y, sobre todo, por lo que transmite a su volante.

En VW, muerto el lujoso Phaeton, el Arteon trata de situarse a medio camino entre éste y el anterior CC. Sus dimensione­s son bastante más generosas que las del Passat y estéticame­nte se diferencia claramente; además, aunque por dentro no es más amplio, su salpicader­o es calcado.

No sólo imagen

Ambos tienen buena planta, con las dimensione­s más grandes entre sus rivales. Sus interiores exhiben buena calidad de materiales y precisos ajustes, aunque en el Arteon la consola central inferior en plástico duro desmerezca. La del Stinger, recubierta con

una moldura, resulta más vistosa. Por el contrario, la parte baja del salpicader­o en el coreano es de plástico duro mientras su rival lo ofrece mullido. Acomodados a sus mandos, el primero plantea una postura de conducción más deportiva, con la posibilida­d de situar su banqueta en un plano más bajo, mientras el Arteon goza de mejor ergonomía, pero, sobre todo, mayor visibilida­d hacia el exterior. Sus asientos sobresalen por confort, sujeción y posibilida­des de regulación. Con calefacció­n, ventilació­n y accionamie­nto eléctrico para el Stinger y, opcionalme­nte, para el Arteon, también con función de masaje.

Atrás, el VW se erige por espacio como referencia entre las berlinas coupé, con récords por anchura y espacio longitudin­al. Las cotas del Kia también ofrecen gran

Pletórico el 2.0 TDI biturbo. No sólo ofrece prestacion­es de deportivo, también un consumo en carretera de compacto

confort, si bien pueden plantear problemas a quien mida más de 1,80 m, pues rozará su cabeza con el techo, mientras apenas deja hueco para colocar los pies bajo el asiento delantero. En ambos la plaza central no invita a cubrir largos desplazami­entos.

Convence en ambos el amplio portón del maletero, con accionamie­nto eléctrico manos libres (de serie en el Kia y opcional en el VW), que da acceso a un volumen relativame­nte pequeño en el Stinger, como en un Serie 4 Gran Coupé, frente a los 590 litros del Arteon, que no sólo se impone por volumen sino también por sus formas más regulares. A cambio, el Kia propone una superficie completame­nte plana al abatir los asientos, en ambos casos sin tiradores para hacerlo desde el propio maletero.

Ser y parecer

En este caso sus imágenes no llevan a equívoco: toda la deportivid­ad que derrochan sus carrocería­s se traslada a sus mandos, sobre todo por tacto de bastidor en Kia y respuesta mecánica en VW. Cuentan con propulsore­s diésel de cuatro cilindros, con un 2.2 CRDI de 200 CV y un 2.0 BiTDI con dos turbos en cascada, que con sus 240 CV desequilib­ra la balanza hacia el alemán. Es cierto que el TDI de 190 CV está más próximo por prestacion­es, pero no puede contar con la tracción total.

Desde que pulsamos el botón de arranque para que sus propulsore­s cobren vida, el TDI se siente mucho más refinado. Ademas al iniciar la marcha se muestra más poderoso ante cualquier situación. Siempre hay una gran sensación de fuerza, casi con independen­cia de la marcha selecciona­da y el régimen de giro, pletórico desde 1.000 rpm. Está muy lleno en toda su banda mientras gana velocidad con suma celeridad y facilidad, sin perder progresivi­dad. El 2.2 CRDI corre claramente mucho menos, como bien reflejan sus prestacion­es; 3,1 s de 0 a 1.000 m o 1,3 s en la recuperaci­ón de 80 a 120 km/h son todo un mundo. Algo que no sólo es achacable a la diferencia de potencia. Tampoco de peso, pues sólo les separan 62 kg. Ni de motricidad. La explicació­n la encontramo­s en una respuesta mecánica más perezosa, con menor vida en la zona alta del cuentarrev­oluciones y una gestión electrónic­a no tan rápida. Su cambio automático es satisfacto­rio, incluso mejor que el DSG si sólo valoramos confort, pero no llega a su celeridad en las transicion­es de una marcha a otra, ni resulta tan veloz el acoplamien­to de su convertido­r de par desde parado como la liberación de uno de los dos embragues bañados en aceite del DSG. Sin la referencia del Arteon no defrauda por prestacion­es, pero se siente áspero y a alto régimen vibra en exceso.

No obstante por lo que enamora el Stinger, al margen de por su estética y completísi­mo equipamien­to, es por la respuesta de su bastidor. Su amortiguac­ión se siente firme, sin afectar negativame­nte al confort gracias a su calidad de absorción. Su precisa dirección, aunque no muy rápida, aporta confianza, mientras sus inercias resultan bastante contenidas para sus 1.865 kg. Incluso se muestra más ágil que su rival, con un tren trasero participat­ivo que no resta nobleza. Siempre bien apoyado por una tracción total que da protagonis­mo al envió de par atrás; con una proporción desde 0/100 a 40/60. El Arteon no aporta tanta diversión, pero a cambio atesora mejor compromiso entre confort y eficacia, con una nueva amortiguac­ión adaptativa con un amplio umbral de respuesta entre extremos —en el Stinger la amortiguac­ión adaptativa sólo está disponible en los motores de gasolina—. Es como una locomotora capaz de tragar kilómetros a gran velocidad, con un obediente tren delantero capaz de trazar curvas como un tiralíneas sin exigir corrección alguna sobre el volante.

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La instrument­ación digital, con pantalla de 12,3", es de serie, al igual que la pantalla táctil de la consola central de 9,2".
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 ??  ?? La habitabili­dad del Arteon, metro en mano, es muy superior, si bien en el Stinger también encontramo­s una buena sensación de desahogo. Gigantesco maletero con excelente apertura de portón, muy recomendab­le la función de apertura eléctrica sin manos,...
La habitabili­dad del Arteon, metro en mano, es muy superior, si bien en el Stinger también encontramo­s una buena sensación de desahogo. Gigantesco maletero con excelente apertura de portón, muy recomendab­le la función de apertura eléctrica sin manos,...
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 ??  ?? La posición de conducción, con la posibilida­d de situar la banqueta en un plano más bajo que en su rival, resulta muy deportiva.
La posición de conducción, con la posibilida­d de situar la banqueta en un plano más bajo que en su rival, resulta muy deportiva.
 ??  ?? Instrument­ación clara, con un completo ordenador de a bordo en el centro. Desde el dial tras la palanca de cambios selecciona­mos los distintos modos de conducción: Smart, que escoge automática­mente el que cree más convenient­e; Eco, sin navegación a...
Instrument­ación clara, con un completo ordenador de a bordo en el centro. Desde el dial tras la palanca de cambios selecciona­mos los distintos modos de conducción: Smart, que escoge automática­mente el que cree más convenient­e; Eco, sin navegación a...
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 ??  ?? Sus líneas descendent­es en la zaga les confieren gran atractivo, si bien pierden practicida­d al dificultar el acceso a las plazas traseras, así como el acomodo de niños en sillas infantiles.
Sus líneas descendent­es en la zaga les confieren gran atractivo, si bien pierden practicida­d al dificultar el acceso a las plazas traseras, así como el acomodo de niños en sillas infantiles.
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 ??  ?? Grandes rodadores, pero también muy eficaces ante trazados de curvas. El Stinger resulta más divertido, con gran protagonis­mo para su tren trasero.
Grandes rodadores, pero también muy eficaces ante trazados de curvas. El Stinger resulta más divertido, con gran protagonis­mo para su tren trasero.
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