Reportaje
Motores futuros de Volkswagen
Aspira a liderar la venta mundial de eléctricos en 2025.
Es la pregunta del millón, la que nos hace todo el mundo: ¿si me compro un diésel estaré tirando el dinero porque lo prohibirán? Puede que sí, si vives en una ciudad. Ya hemos visto que es posible la prohibición en algunas grandes urbes y otras lo han anunciado. Sin embargo, cabe la posibilidad de fabricar coches diésel que limpien sus gases, aunque no será barato, ni adecuado a todas las tipologías de vehículos ni de usuarios. En muchos países el coche eléctrico simplemente desplaza el problema del CO y de la contaminación lejos de los núcleos urbanos. Y sobre cómo afectará la batería a la ecología, por ahora se prefiere mirar hacia otro lado.
Quemar... limpiamente
En esta situación, mientras se prepara para que uno de cada cuatro coches que fabrique sea eléctrico, VW nos ha dejado conducir algunos prototipos con futuras evoluciones de sus motores de combustión. En más de la mitad de los casos estos motores de combustión no irán solos, sino que se apoyarán en baterías de litio de pequeña capacidad para recuperar y reutilizar energía que antes se perdía (lo que mejorará el consumo y el CO ), para aumentar el confort de uso, la prestación... ¡y reducir la emisión de contaminantes! Porque hoy ya es el aspecto más limitante para todos los fabricantes de automóviles. Eso sí, necesitan resolver con tecnologías que permitan, a la vez, hacer el automóvil más atractivo para que sus usuarios acepten el sobrecoste al que obligará el sistema de limpieza. Diésel espontáneos incluso a muy bajo régimen, con un sonido casi deportivo, tracción total para velocidades reducidas, sobreempuje mediante un motor eléctrico, reducción de consumo... esa es la oferta, porque no solo sirve que sean de bajas emisiones, sino que el
público tiene que querer comprar esos modelos y no otros.
Nuevos combustibles
Para las normas de 2020 ya dicen tener soluciones técnicas. Para más allá de 2025 presionan para la llegada de combustibles «ecológicos». ¿Cómo? Con combustibles fabricados a partir de capturar CO del ambiente, de reconvertir desechos (sean plásticos o de origen orgánico) aplicando energía obtenida de fuentes renovables. Con ello, no se generaría nuevo CO al quemar el combustible en los motores, ni en su obtención. Presionarán para que su producción y uso no se contabilice en los coches que lo usen. ¿Lo mejor de estos combustibles? Que los químicos ya han identificado aquellos que automáticamente reducen drásticamente partículas y NOx... ¡incluso en los coches viejos existentes! Razón de peso para que crean que sus argumentos serán bien recogidos por los legisladores. Mientras tanto, seguirán con la premisa de aplicar tecnología para una combustión más limpia, para limpiar el escape y, finalmente, electrificar hasta conseguir esos 65 g/km de CO que podrían llegar en 2030.