Nuestra valoración
Audi y Mercedes son, dinámicamente, más homogéneos que el más pasional y formidable
BMW. Cada talante pueden ser decisivo para definir cuál elegir, porque razones como la calidad percibida, disponibilidad de equipamiento, espacio, etc., difícilmente van a marcar con claridad preferencias. Otra cosa es la aportación en tecnología, donde el último siempre cobrará ventaja. Uno de ellos es el tamaño de su pantalla. El equipamiento de nuestra unidad era pacato, apenas de con el aviso de vehículos en el ángulo muerto como única ayuda a la conducción, con la instrumentación analógica. Sin embargo, es perfectamente posible conseguir que ésta sea la Virtual Cockpit con la pantalla digital de 12,3", del mismo modo que contar con más ayudas como el control de crucero adaptativo, aviso de salida de carril y el asistente para evitarlo o el asistente para hacer el aparcamiento semiautónomo. También se pueden elegir diferentes tipos de suspensión, incluyendo los amortiguadores magnéticos con la deportiva, alternativos a la estándar de nuestra unidad, o faros matriciales, como en el Mercedes, casi perfectos.
El BMW casi replica el espacio disponible en el Mercedes, pero con una boca de carga más pequeña para el maletero. No hay en los Serie 1 posibilidad de instrumentación digital y, aunque se puede contar con el aviso de cambio de carril junto a otros elementos, como el de tráfico trasero, el de vehículos en el ángulo muerto o el reconocimiento de señales en el paquete Driving Assistant, por ejemplo, no encontrarás corrección de salida del carril. Lo mismo que podrías echar en falta una alternativa que vaya más allá de los faros leds. Por supuesto, la suspensión, al igual que los asientos, puede ser tanto deportiva como adaptativa.
La listas de opciones permiten configurar cualquiera de los tres a tenor de caprichos o necesidades. Es el Mercedes el que ofrece más posibilidades