LOS EXPERTOS OPINAN
Sabemos que los trayectos cortos son muy habituales entre los conductores. Además, cerca del 70 por cientos e realizan habitual mente en la época de vacaciones, sobretodo debido alas fiestas de las poblaciones cercanas, y así se producen casi 8 de cada 10 accidentes mortales. Aunque sabemos que estos trayectos se realizan por rutas conocidas, lo que podría ser una ventaja aparente se convierte en un gran problema potencial: distracciones, velocidad in adecuada, cansancio o alcohol que, juntos, forman una« tormenta perfecta» que los hace extremadamente peligrosos para la seguridad vi al.
Si queremos bajar la accidentalidad, es importante seguir incidiendo en la formación y conciencia ción tanto antes —colegio se institutos —, comodurante—centrosde formación—ydespués— empresas—dehaberobtenido el permiso de conducir. Los límites de velocidad también deben seguir siendo objeto de debate y revisión continua, tanto en carretera convencional como en ciudad. Menos velocidad, automáticamente, supone menos víctimas. Por último, debemos reforzar la vigilancia en las vías públicas y endurecerlas sanciones a los infractores, especialmente en las vías dedos sentidos, las cuales provoca ron el 77 por ciento de los fallecidos en accidentes en 2017.
Menos velocidad supone menos víctimas