Llamada a revisión
EL AÑO PASADO COMPRÉ UN
Niro y, hace unos días, he recibido una carta de la DGT, acompañada de un comunicado de Kia en el que se me informa de que en un lote de los coches fabricados entre 2016 y 2017 se ha encontrado «una anomalía que, en determinadas circunstancias, podría afectar a la seguridad vial. En concreto, existe la posibilidad de una fuga del líquido hidráulico del embrague en el sistema híbrido que podría afectar al sistema eléctrico del vehículo». Me piden que fije una cita con el taller para una operación que dura una hora. ¿Podrías darme más información sobre qué le pasa a mi coche? Hasta ahora no ha dado ninguna pega y funciona fenomenalmente, pero esto me deja un poco mosqueada sobre si la compra ha sido o no buena. ¿Por qué la carta me la manda la DGT? Pensé que era una multa. Rosa Mª P. La carta la manda el Ministerio del Interior por una razón simple: porque es él quien dispone de los datos de todos los propietarios de los coches en circulación
Incluso, aunque un vehículo sea nuevo, casi recién sacado del concesionario, como es tu caso, existe la posibilidad de que hayas podido vendérselo a otra persona y, como no tienes la obligación de comunicárselo a la marca, ahí interviene la DGT, tirando de lista de correo. Así se garantiza que, cuando hay una situación de riesgo para la seguridad vial, la carta llega al actual propietario: es el efecto real de un convenio que ese organismo tiene con los fabricantes de automóviles.
Como la marca te indica, hay un elemento de la caja de cambios que podría llegar a perder aceite y la proximidad de esa pieza a un mecanismo que funciona con electricidad incrementa el riesgo de que se produzca un fuego en el motor. Como el problema afecta a
coches distribuidos por todo el mundo y la administración americana es mucho más cuidadosa que otras con estos temas que afectan a la seguridad, en la página de la NHTSA —equivalente a la DGT— puedes encontrar mucha más información sobre esta llamada a revisión. Incluso puedes ver las instrucciones para realizar esa operación que en Kia te dicen que durará sobre una hora por lo accesible del actuador en cuestión.
Esta llamada a revisión no significa, en absoluto, que tu coche sea una mala compra. Más bien pone de manifiesto que, frente a un problema puntual, los controles de calidad de la marca y el servicio de atención al cliente han funcionado correctamente. Con esa visita al concesionario se inspecciona que todo está en orden, se realizan las enmiendas que hagan falta y se garantiza que sigue funcionando como debe, sin riesgo para tu seguridad, y afecta a los coches producidos a partir de noviembre de 2016 y a lo largo de 2017.