Nueva era
Ya está aquí el primer Audi eléctrico de la historia. Lo hemos visto y tocado. Es el e-tron, un gran «Q» de hasta 300 kW (408 CV) y una autonomía de más de 400 km.
Se presentó como concepto en 2015. Durante este tiempo se ha dejado ver en intensivos test, mientras Audi racionaba en pequeñas dosis información sobre sus características técnicas. Hasta ahora no se había pronunciado Audi sobre coches eléctricos y lo hace en estos momentos, prácticamente al unísono con el también novedoso Mercedes EQC que puedes ver en las páginas siguientes. No estamos ante el banderazo de salida del coche eléctrico, pero vista la naturaleza e identidad de los últimos modelos en llegar, sí parece que la carrera por conquistar el espacio eléctrico toma un rumbo ya sin retorno entre los fabricantes que, no en vano, lideran el desarrollo del automóvil. De hecho, los grupos Volkswagen, BMW, Daimler AG (Mercedes-Benz) y Ford Motor Company han puesto en marcha conjuntamente una red de cargadores ultrarrápidos (200 habrá este mismo año y prometen 400 en 2020) bajo la joint-venture Ionity (Tesla va por libre con su propia red), una estructura adicional que complementará las necesidades del coche eléctrico y de paso debiera compensar la futura reducción del negocio de la posventa pues, según nos reconocieron los responsables de Audi, «el coche eléctrico no se desgasta ni tiene el mantenimiento de un coche convencional, porque aquí no hay aceites ni correas que cambiar, ni tanto consumo de frenos».
Más de 400 km
Si autonomía y tiempos de recarga son los principales sambenitos del coche eléctrico, el nuevo Audi e-tron llega en un estado de concepción y desarrollo
que promete, con su batería de 95 kWh refrigerada por gel (hasta 100 en Tesla y 80 en el nuevo EQC), más de 400 km de autonomía ya bajo la nueva normativa WLTP (presumiblemente sea el eléctrico con mayor autonomía real). Por otra parte, en el e-tron se podrá cargar su batería en los supercargadores Ionity con una potencia de hasta 150 kW (120 los Tesla y 110 el EQC), reduciendo considerablemente los tiempos de espera y recuperando en un corto descanso medido en minutos más de 100 km de autonomía.
Un Q eléctrico
El e-tron pasa por ser otro Q más de la gama Audi. Mide 4,9 metros de largo, por lo que se posiciona por tamaño entre los Q5 y Q7. Por dentro sigue una linea de diseño y aporte técnico similares a los último A6/ A7 y A8. El e-tron siempre será 5 plazas y montará suspensión neumática de serie.
El español Juan Carlos Huertas, uno de los máximos responsables de su diseño, nos ha comentado: «buscamos que el e-tron no asustara, que fuera como un Q normal, pero que también transmitiera electrificación». En este sentido, desde las llantas hasta el frontal, pasando por la cinemática de la trampilla del enchufe transmiten bien su naturaleza eléctrica. La rejilla tiene una serie de lamas que se cierran o abren en función de las necesidades de refrigeración de la batería, el condensador del aire acondicionado o los frenos hidráulicos. Se ha trabajado escrupulosamente la aerodinámica (anuncia un Cx de 0,28), sobre la que, según Audi, recae no poca responsabilidad en la autonomía y recuperación de energía del e-tron. Y fruto de este objetivo son sus vanguardistas espejos retrovisores virtuales (opcionales), al más puro estilo conceptcar, compuestos por unas cámaras que proyectan la imagen en sendas pantallas ubicadas en la unión de las puertas con el salpicadero.
El e-tron cuenta con dos motores, cada uno integrado en un eje aunque sin conexión física entre ellos, que aportan una potencia máxima de 300 kW (408 CV), pero solo durante 8 segundos en modo Boost, y de 265 kW (360 CV) en condiciones normales, si bien también limitado este rendimiento a un uso continuado de 60 segundos.