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La familia Volkswagen I.D.
Una base común denominada MEB dará lugar a cuatro VW eléctricos antes de 2022.
Estos cuatro modelos son solo el principio, son las cartas que ha ido mostrando Volkswagen en los últimos salones del automóvil. Un compacto, con el tamaño exterior de un Golf, que anuncia el espacio interior del Passat arrancará en 2020. Ese mismo año dicen que presentarán el SUV, cuyos rasgos generales ya se dejaron ver. En 2022 llegarán un monovolumen inspirado en el T1 «hippie» y una berlina de tres volúmenes. No todos llegarán a todos los mercados, y no pienses en Europa, porque no hay que olvidar que el 80 por ciento irán a China y que California también tiene apetito eléctrico. Para VW se han conseguido conjugar todos los elementos para que comience la era eléctrica. Los suministradores de las baterías — como la china CALT, que su gobierno inventó para hacer la empresa de baterías más potente del mundo, que ya es—, fábricas optimizadas y flexibles, la plataforma que dará lugar a múltiples combinaciones de carrocerías y tipologías, distintas potencias, tracción delantera o total, autonomía «suficiente» y una extensa red de recarga.
Precio de diésel
Todo esto debería converger en 2020, según los planes de VW. A tan largo plazo, aún no se quiere facilitar el precio a los rivales, pero sí han anunciado que bajará de los 30.000 euros. Y en todo caso, precisan que tendrá un precio equivalente a un Golf diésel equipado, pero con un coste total de utilización ligeramente inferior. Eléctrico, conectado... le falta conducción autónoma; dicen que vendrá.