Aston Martin DBS Superleggera
Tomando como base de partida el DB11, Aston Martin ha desarrollado el DBS Supeleggera, un coupé que se sitúa en la élite de los deportivos a nivel mundial.
Un coupé que se sitúa en la élite de los deportivos a nivel mundial.
El Superleggera emplea una versión del musculoso V12 de 5,2 litros turboalimentado utilizado en el DB11, que para la ocasión desarrolla nada menos que 725 CV y un par máximo de 91,83 mkg. Esto supone una mejora de 117 CV y 20,40 mkg con respecto al DB11. Para ello se ha recalibrado la gestión del motor, también se ha mejorado la refrigeración.
El V12 turboalimentado va asociado a una caja de cambios ZF de ocho relaciones colocada en posición transaxle y cuenta también con la ayuda de un diferencial autoblocante mecánico. Gracias a ello se consigue un excelente reparto de masas que ronda el 50% entre trenes. Las suspensiones reciben nuevos amortiguadores pilotados de control electrónico, con tres posiciones a elegir.
Los 725 CV que desarrolla el V12 permiten al DBS Superleggera acelerar de 0 a 100 km/h en solo 3,5 segundos y lograr una velocidad máxima de 339 km/h, mejorando las cifras del DB11 en 4 décimas de segundo y 17 km/h. Hasta que no se han superado las 2. 200 rpm funciona casi en atmosférico, tiene cierto retardo en el tiempo de respuesta, pero a partir de ahí la patada es impresionante y una vez superadas las 4.000 rpm, uno se queda completamente aplastado al respaldo del asiento; la sensación es casi de vértigo. Experiencia absolutamente impresionante, no apta para cardiacos.
El Aston DBS se disfruta cada minuto que se pasa a los mandos; es sumamente ágil, bastante manejable y su capacidad rutera resulta formidable en todo momento.
Eficacia superlativa
Además de ser un coche rapidísimo, resulta muy cómodo, bastante amplio y con un buen maletero, un deportivo perfecto para viajes de largo recorrido, ya que incluso con los amortiguadores en el modo Sport, las suspensiones digieren con bastante eficacia las irregularidades de la carretera. Es, sin embargo, en carreteras viradas, anchas y de buen firme, donde más se disfruta este maravilloso coupé. El modo Sport Plus de la suspensiones consigue que el DBS vire muy plano, pero los tarados son demasiado enérgicos para las delicadas condiciones del firme mojado que nos encontramos el día de la toma de contacto. Aun así, la eficacia del coche es superlativa y si dosificamos bien el elevado rendimiento mecánico, no resultaba muy exigente en su conducción. Lo ideal era emplear siempre marchas largas y aprovechar el elevadísimo par del V12 turbo. El afinado bastidor, con suspensiones de paralelogramo deformable en ambos trenes, permite hilar muy fino en las trazadas, la dirección es, además, rápida, sumamente precisa, obediente y el coche transmite siempre gran confianza, con una extraordinaria velocidad de paso por curva.