Cupra Ateca
Ya hemos podido conducir el primer modelo de la marca Cupra y, sí, es un SUV pero, al volante de este Ateca, sería fácil pensar que estás a bordo de un deportivo.
Es el primer modelo de la marca Cupra, un SUV que a bordo tiene «aires» de deportivo.
Cupra, la división deportiva de Seat, arranca. Y lo hace con un SUV, el Ateca. ¿Por qué no con el León? Todo llegará, pero los plazos impedían el desarrollo del Cupra León antes del lanzamiento del Seat, lo que no ocurrirá hasta el año que viene.
El Cupra Ateca es una evolución del Seat con el que tiene en común muchos elementos; entre los mecánicos, toda la transmisión. Así, el sistema de tracción total con el embrague Haldex de quinta generación y la caja de cambios de doble embrague y siete velocidades son semejantes a los que podríamos encontrar, por ejemplo, en un Seat Ateca 2.0 TSI 190 FR Plus DSG7 4Motion. Ojo, semejantes, que no idénticos. De hecho, la marca hace hincapié en que se han «modificado específicamente» para el SUV de Cupra.
Del motor podría decirse otro tanto, pero respecto al León Cupra R. Este particular cuatro cilindros de gasolina, ya con filtro de partículas, entrega en el SUV de Cupra su potencia máxima en una banda mayor de régimen que en el compacto con el que comparte la plataforma MQB. Incluso hay en el SUV un poco más de par que los 380 Nm del León.
Libre de complejos
La primera toma de contacto con el Cupra Ateca se llevó a cabo en el circuito de Castellolí, con la guía de Jordi Gené. El embajador de la marca, pilotando un Cupra TCR, nos
hizo de «liebre» en las vueltas que dimos al trazado barcelonés.
Obtuvimos excelentes sensaciones, arrancando por la enorme motricidad, pese al formidable patadón que proporciona el motor y se percibe a la salida de los giros al acelerar a fondo. Y eso sin que tanto empuje reduzca precisión en la dirección.
Con el modo Cupra activo, uno de los seis que admite el selector rotativo de modos de conducción Drive Profile y el más agresivo en la configuración de amortiguación —puede trabajar con tres niveles de dureza: Comfort, Sport y Cupra—, dirección, cambio, pedal de acelerador, sonido de escape o sistemas electrónicos de tracción y estabilidad, las reacciones del Cupra Ateca son tan rápidas como cabe esperar en un compacto deportivo... Sólo que, en realidad, vamos a bordo de un SUV, muy ligero por lo demás, sentados mucho más altos.
Nos quedamos con ganas de sopesar el trabajo de los frenos tras un trabajo intenso, aunque la configuración promete, especialmente si se opta, como era el caso de nuestra unidad, por el equipo Brembo. Esta opción (una de las pocas junto a los baquets, dado el equipamiento de serie) supone el montaje de discos ventilados y perforados de 370 mm en lugar de 340 en el eje delantero. Atrás, siempre son de 310 mm. Ofrecen esos frenos un tacto que parece adecuado para un coche al que lo previsible es que se le exigirá más de lo normal.