Los TDI de Seat, en vanguardia
Los diésel de última generación son tan limpios como los de gasolina, tal y como demuestra la actual familia TDI de Seat.
Durante más de 30 años, muchos conductores han sido atraídos por los diésel por sus enormes ventajas a la hora de viajar, sobre todo por un equilibrio entre prestaciones y consumo imbatible. Ahora, estos motores reciben ataques injustificados, pues, en realidad, los diésel de última generación son tan limpios como los de gasolina, tal y como demuestra la actual familia TDI de Seat.
Hay que ser claros: la legislación actual no permite que un diésel contamine más que un gasolina o que un híbrido. Todas las técnicas son iguales hoy ante la ley en cuanto a contaminación permitida, y nadie puede decir que la normativa vigente es permisiva. En realidad, es tan estricta que los coches nuevos con tecnología diésel ya incorporan unos eficientes sistemas de limpieza de sus gases cuando abandonan el motor.
Nuevos controles
Además, la norma anticontaminante sigue endureciéndose sin cesar, con un calendario fijado por Bruselas. Y las pruebas de contaminación para los diésel se hacen ya también fuera del laboratorio, en conducción abierta y real, para garantizar su nivel de limpieza.
Los que tienen sus días contados son los «diésel viejos», porque llegan a contaminar uno o dos órdenes de magnitud más que uno actual, ya que cuando nacieron la norma existente
se lo permitía y no tenían que llevar filtros NOx ni filtros de partículas, y es importante aclarar que este otro contaminante típico de los diésel, las partículas, hace años que están controladas al 99 por ciento.
En cuanto al CO2, su efecto invernadero es sencillamente malo para el planeta y hay un lógico compromiso de descarbonización plasmado en la Comisión Europea. Por eso, en 2020 la media de los coches vendidos por una marca no podrá superar los 95 g/km de CO2, es decir, consumos de menos de 4 l/100 km de media, con fuertes sanciones por cada gramo excedido.
Y para cumplir con ese objetivo, el diésel es el rey del rendimiento, en torno a un 20 por ciento mejor que el motor de gasolina, y es algo que se va a seguir aprovechando entre los fabricantes de coches. En definitiva, por mucho que se aprieten las normativas de contaminación, habrá nuevas tecnologías que conseguirán una emisión limpia por el escape del diésel.