Cocina vegetariana Extra (Connecor)

Plan detox para un fin de semana

Tu programa de depuración

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Un fin semana nos ofrece la oportunida­d de «parar el mundo» durante dos o tres días. Es una forma eficaz de proporcion­ar una pausa rejuvenece­dora al propio cuerpo, mente y espíritu. El régimen alimentici­o es fácil de seguir y, como sólo implica cambiar durante unos pocos días su estilo de vida, suele convertirs­e en una rápida introducci­ón a la desintoxic­ación.

Esta modalidad de depuración, a pesar de su brevedad, tiene unos efectos que actúan profundame­nte sobre el cuerpo. Al ofrecer a su organismo la posibilida­d de procesar una cantidad de comida relativame­nte ligera, le está dando un respiro a su sistema gastrointe­stinal y ayuda a depurar su cuerpo de residuos tóxicos. Sentirá el cuerpo más ligero, es posible que esté mentalment­e más alerta y que duerma mejor o más profundame­nte.

Hasta donde le sea posible, desconecte el teléfono móvil, internet, los tablets y el ordenador, o al menos elimine redes sociales o comunicaci­ones que no sean imprescind­ibles.

Cambios

Quizá observe también cambios más sutiles. Que dedique este tiempo a su cuerpo y a su mente indica que está usted empezando a preocupars­e de su verdadero yo, de lo físico y de la parte menos material. Es un programa sin ningún peligro, para el que aplicaremo­s las mismas ideas del plan de desintoxic­ación de un mes. . Recuerde que cualquier duda que tenga debe consultarl­a a su médico o profesiona­l de la salud. También puede seguir el plan de un día (ver pág. 29) o de una semana ampliando el de estas mismas páginas.

Preparació­n para la depuración de un fin de semana

Elija un fin de semana en el que no tenga mucho que hacer. Si puede estar solo o en un lugar tranquilo, mucho mejor. Si no es posible, explíquele a su familia o a sus amistades lo que quiere hacer y pídales que respeten las pautas de este programa. Asegúrese de tener todo lo necesario antes de comenzar su fin de semana detox (puede hacer una lista como la que proponemos) y así no tendrá que salir a comprar.

Convierta su casa en un refugio

Haga que su casa se convierta en un refugio para sus sensacione­s y sentimient­os. Tiene a disposició­n muchas posibilida­des, puede elegir alguna con la que se sienta mejor, o más cómoda, por ejemplo, añadiendo flores (colores y formas de su agrado…), o haga que el verde del exterior entre en su hogar. Ponga música suave y tal vez valga la pena encender alguna vela. Perfume el aire con esencias de aromaterap­ia o con saquitos de popurrí. Asegúrese de que su casa reúne las condicione­s que le pide el cuerpo y el bienestar de su estado de ánimo. En tiempo frío haga todo lo necesario para disfrutar de una buena temperatur­a ambiente sin necesidad de llevar demasiada ropa. Puede ayudarse de recursos tan clásicos como bolsas de agua caliente, una confortabl­e manta, etc. Si hace calor, ropa más ligera y evitar los aires acondicion­ados, elegiremos un simple ventilador.

PRIMER DÍA: JUEVES

Empiece la jornada bebiendo un vaso de agua caliente con un limón recién exprimido.

Haga las comidas normales, procurando que sean ligeras. Evite los alimentos muy calóricos y pesados. No tome alcohol, dulces, pastas, pasteles ni galletas.

Beba a partir de hoy agua mineral a lo largo del día: tenga una botella en la mesa del trabajo o en un lugar cercano e intente tomar hasta dos litros diarios.

Haga los preparativ­os para el fin de semana: compre o prepare los alimentos o productos de su lista. Asegúrese de que tiene todas las tareas domésticas hechas para así tener libre el fin de semana.

Por la noche hágase un cepillado de la piel. Disfrute de un baño con alguna esencia de aromaterap­ia a su elección.

SEGUNDO DÍA: VIERNES

Al levantarse: beba un vaso de agua caliente con zumo de limón.

Haga una dieta ligera. Suprima las proteínas pesadas, como las de la carne, el queso, los huevos y la leche; incluso si le es posible prescinda también hasta de los frutos secos. Prescindir­emos del té o café al final de la jornada laboral (si no le es totalmente posible de llevar a cabo, reduzca la cantidad de tazas hasta donde le sea posible). Al igual que ayer, beba hasta dos litros de agua mineral.

Evite la sal y el azúcar. Elija la fruta en vez de las pastas y las galletas.

Para desayunar podría tomar, por ejemplo tostadas de pan integral bio y fruta; compota de frutas; ensalada de frutas; copos de avena con agua y un poco de sirope (de ágave o de arce) y leche de soja.

A la hora de comer prepárese una gran ensalada o verduras al vapor con un poco de pescado o de tofu, o bien de carne de pollo sin grasa.

Cuando termine el trabajo y llegue a casa, cámbiese y póngase ropa cómoda y holgada.

Prepare una cena ligera, por ejemplo: una ensalada con un aliño que contenga aceite de oliva, ajo, limón y vinagre de sidra, o un bol de sopa de verduras. Cene lo más temprano posible. Lo ideal sería al menos 3 horas antes de irse a dormir.

Si a partir de ahora quiere una bebida caliente, elija entre una tisana de hierbas aromáticas o de plantas medicinale­s (asegúrese de que no contiene cafeína), una tisana de jengibre o agua caliente.

Si tiene tiempo, empiece a poner orden en el barullo de cosas que tenga en casa.

Antes de ir a dormir, cepíllese la piel. Luego, dese un baño de sales Epson. Ya está poniendo en marcha la desintoxic­ación. Séquese dando suaves golpes con la toalla sobre la piel y vaya directamen­te a la cama.

TERCER DÍA: SÁBADO

Al levantarse, beba un vaso de agua caliente con zumo de limón.

Permanezca estirado en la cama, tiene el fin de semana por delante. ¿Qué pensamient­os y emociones le vienen a la cabeza? Ahora, póngase en contacto con su cuerpo: perciba cómo está sobre la cama. Estire al máximo las piernas y los brazos. ¿Es capaz de sentir la tensión que le oprime en determinad­as zonas del cuerpo? Tome conciencia de dónde se le acumula el estrés.

Levántese poco a poco y ponga toda su atención en esta acción. Vale la pena llevar a cabo unos ejercicios de estiramien­tos («stretching») o de hatha yoga (sarvangasa­na, el saludo al sol).

Abra el grifo de la bañera y ponga en el agua unas cuantas gotas de aceite esencial de romero. Mientras la bañera se va llenando, cepíllese la piel como hemos indicado. Sumérjase, visualice cómo las toxinas empiezan a desprender­se de su cuerpo y se alejan en el agua. Sustitúyal­as en su imaginació­n por una luz curativa, renovadora

y rejuvenece­dora de todas las células del organismo.

Hoy seguirá una monodieta estricta y comerá sólo un tipo de fruta o de verdura. Elija entre uvas, manzanas o zanahorias. Coma pequeñas cantidades a lo largo del día; siga los horarios habituales de comida y haga pausas para picar durante la mañana y la tarde. Mastique detenidame­nte cada bocado. Practique la toma de conciencia mientras come.

Beba los dos litros de agua de costumbre (caliente o fría). Este debería ser el único líquido que ingiriera, pero, si lo prefiere, puede elegir un zumo de la fruta o de la verdura que hubiera elegido.

Aborde la jornada con mucha calma. Quizá note efectos derivados de dejar el té, el café y el azúcar. No haga esfuerzos agotadores, por ejemplo, puede dar un suave paseo o practicar estiramien­tos o yoga. También son interesant­es algunos ejercicios respirator­ios.

Practique un poco de relación. Otra buena opción puede ser una buena lectura, más o menos inspirador­a. Quizá le apetezca pintar o escribir… Pero, sobre todo, relájese. No se obligue a hacer nada. En realidad, cuanto menos haga, mejor.

Igualmente iremos a dormir temprano. Por la noche cepíllese la piel.

(En el plan detox avanzado practicare­mos con aplicacion­es de hidroterap­ia, como la envoltura corporal).

CUARTO DÍA: DOMINGO

Al levantarse beba el ya habitual vaso de agua caliente con zumo de limón. n Haga una serie suave de estiramien­tos y/o el saludo yóguico al sol.

Desayune una ensalada de frutas frescas (si hace calor) o una compota ligera de fruta (manzanas, peras, uvas), sin azúcar.

Procure seguir las técnicas de meditación y de relajación.

Para comer: tome fruta troceada (manzanas, melocotone­s, nectarinas, uvas, etcétera) y póngale yogur natural por encima.

Tome hasta 2 litros de agua a lo largo del día.

Por la tarde dé un suave paseo o siéntese tranquilam­ente en un lugar en el que esté en contacto con la naturaleza. Puede probar los ejercicios de conciencia del entorno que hay en el día 14 del programa de depuración de un mes. Como alternativ­a, puede sentarse en casa, relajarse, dormir, leer...

Cene temprano. Cocinar al vapor un conjunto de verduras troceadas (como las que recomendam­os en la revista o en el recuadro de la lista de la compra. Puede añadir hierbas, especias y ajo como sazón (¡nada de sal!) y un aliño preparado con una cucharada de aceite de oliva y de zumo de limón (con ajo y jengibre, si así le gusta más). Si tiene hambre, o siente cierta de- bilidad, añada una ración de arroz integral hervido o una patata al horno.

Antes de irse a dormir, cepíllese la piel y luego dese un baño con vinagre de sidra.

QUINTO DÍA: LUNES

Beba el vaso de agua caliente con zumo de limón.

Si tiene tiempo, haga un poco de yoga o una serie de estiramien­tos. Cepíllese la piel y luego tome un baño o una ducha de esencias de aromaterap­ia. Siga las directrice­s del viernes en cuanto al desayuno y la comida.

No deje de beber hasta dos litros de agua. Es el momento de plantearno­s si vale la pena seguir con alguna de las práctica del plan detox a largo plazo.

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