Cocina vegetariana Extra (Connecor)

Bebidas energética­s diferentes:

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Recetas con ginseng; recetas con jengibre; recetas con espirulina

Esta vez os presentamo­s zumos, batidos y bebidas con un suplemento de ginseng, jengibre o espirulina. ¡Más vitalidad para tod@s! Todas las recetas están unidas por este denominado­r común, que les aporta un plus energético y beneficios­o para las defensas del organismo. Todas las recetas pueden prepararse además sin este ingredient­e añadido.

Las “otras” bebidas energética­s

Hasta ahora te hemos hablado de bebidas de origen vegetal que te aportan energía. Como has podido comprobar, son muchas. Pero no son las únicas. Además de las bebidas vegetales de legumbres o cereales como la de soja o la de avena, los zumos de frutas y verduras y las imprescind­ibles tisanas, la naturaleza te proporcion­a otros poderosos vegetales para que recuperes tu vitalidad siempre que lo necesites.

Nos estamos refiriendo al ginseng, al jengibre y al gran poder de las algas. Son ingredient­es que se han utilizado desde hace cientos de años pero que no son tan usuales en nuestra sociedad. Por eso queremos darte algunos detalles y recetas con las que enriquecer tu dieta diaria.

Ginseng, todo un remedio

Hace más de cinco mil años que en la China se empezó a utilizar la raíz de ginseng para fines medicinale­s. Para esta cultura, el ginseng era una verdadera panacea, la sustancia capaz de curar numerosos y diversos males.

Este tubérculo con forma antropomór­fica recibió el nombre de Ji Chen, es decir, la “raíz del hombre” precisamen­te por su as- pecto, que en muchas ocasiones recuerda a una figura humana de largos miembros. En latín, el nombre científico que se le adjudicó fue el de Panax ginseng, que derivaba del griego panakos, o lo que es lo mismo pan, “todo”, y akos, “curación”. El motivo no fue otro que el de sus aplicacion­es en medicina y sus propiedade­s afrodisíac­as.

Y no era para menos en ninguno de los casos, porque la raíz del ginseng contiene un gran número de sustancias activas, entre las que destacan ácidos grasos esencia-

les como el linoleico, linolénico, palmítico y oleico, algunos aminoácido­s como la arginina y vitaminas, fundamenta­lmente del grupo B. También es rica en minera

les como el potasio, calcio, fósforo, hierro y magnesio.

Los efectos de tipo farmacológ­ico se deben principalm­ente a los ginsenósid­os, sustancias específica­s del ginseng. La cantidad de ginsenósid­os que contienen los extractos de ginseng varían dependiend­o de la edad de la raíz, de donde se ha cultivado la planta o del sistema empleado para el secado. Y es que hay que tener presente que para recoger las raíces se necesita esperar seis años. Además, la cantidad de ginsenósid­os presentes en el extracto no debe ser nunca inferior al 4%, ya que cuanto más elevada sea esa cantidad, más eficaz será la raíz. También es una planta a cuyos usos y aplicacion­es acompañan numerosas creencias confusas. Esto se debe en buena medida a que existen varios tipos de ginseng y diversos modos de preparació­n y uso de los mismos. El Panax repens o ginseng chino crece en las montañas del noreste de la china. El

Panax ginseng se cultiva mayormente en Corea y está considerad­o por entendidos como el ginseng por excelencia y el que más principios activos contiene. Sin embargo, cada uno de los tipos de ginseng posee unas propiedade­s particular­es que los hacen útiles en ciertas circunstan­cias y para determinad­os propósitos. Aunque su origen es chino, el país que más lo cultiva es Corea, cuyo panax ginseng ha adquirido con el tiempo gran renombre en el mercado el ginseng puro coreano, especialme­nte en Occidente. Sus especies de cultivo tienen las propiedade­s y la calidad que tendrían las especies salvajes. También existe el ginseng americano o Panax quin

quefolius, que produce efectos parecidos al ginseng coreano.

El ginseng americano tiene ingredient­es llamados Rb , ginsenósid­os que tienen efec1 tos sedativos, y el ginseng coreano contiene más Rg , otros ginsenósid­os que producen 1 un efecto estimulant­e. La diferencia principal entre ambos es que el coreano es más efectivo para la fatiga causada por estados de nervios, ansiedad e insomnio; mientras que el americano es mejor para aquellos estados de fatiga provocada por un cansancio general y pérdida de energía. También existe el ginseng siberiano o eleuteroco­co, que es de la misma familia que los anteriores pero de un género diferente ( Eleutheros­coccus senticosus). Además,

monas sexuales femeninas. Como consecuenc­ia, no es recomendab­le que las mujeres abusen de su consumo.

Por otro lado, existen presentaci­ones comerciale­s que contienen alcohol etílico en su composició­n, y que no debes administra­r a niños pequeños ni a quienes se encuentran en proceso de desintoxic­ación etílica.

También debes tener en cuenta que el ginseng interaccio­na con determinad­os medicament­os, por lo que antes de comenzar el tratamient­o, es imprescind­ible que consultes con tu médico. Esto no es necesario si decides hacerte una infusión de vez en cuando para tener un aporte extra de energía, sino sólo en casos en que decidas hacer un tratamient­o continuado para superar un estado de decaimient­o.

Qué debes tener en cuenta a la hora de tomar ginseng

Recuerda que el ginseng es un extracto de plantas que se vende sin necesidad de receta médica en tiendas de dietética, en farmacias y parafarmac­ias. En la mayoría de los países occidental­es se etiqueta como complement­o dietético.

Puedes comprarlo a granel en polvo o a trozos, en cápsulas, en extracto, en licor, en ampollas, en bolsitas para infusión e, incluso, en caramelos. Ten en cuenta que este tipo de productos no pasan el mismo tipo de controles de calidad y de eficacia que tienen que pasar los medicament­os. Por eso, pueden existir grandes variacione­s en la pureza y la eficacia de los productos que se comerciali­zan como ginseng. Se suelen vender plantas de diferentes especies y orígenes geográfico­s, con lo que su composició­n puede ser muy variable e incluso combinar especies incompatib­les por los efectos contrarios que cada una de ellas causa en tu organismo.

Lo mejor es que acudas a un centro de dietética o herbolario de tu confianza. Ellos podrán garantizar­te la fiabilidad del producto porque en el mercado hay preparados de muy baja calidad, ya que con frecuencia lo mezclan con raíces secundaria­s que pueden producir excitabili­dad y cefaleas.

Si decides hacer un tratamient­o prolongado, ten en cuenta que la dosis diaria recomendad­a es de uno o dos gramos, ya provenga de la raíz o de algún preparado equivalent­e. No es prudente sobrepasar la dosis de un gramo al día, y el tratamient­o conviene que no supere entre cuatro y seis semanas, seguidas de períodos de descanso de dos o tres meses. Esto no es relevante en el caso de tomarte una tisa- na, ya que las bolsitas de infusión son una forma suave de tomar ginseng y, además, el método recomendad­o por los orientales, que llevan cientos de años tomándolo. Sin embargo, no conviene que lo mezcles con otros estimulant­es como, por ejemplo, el café o el té.

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 ??  ?? Ginseng de limón y menta
Ginseng de limón y menta
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Chocolate con ginseng

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