SU SECRETO ES INNOVAR
GONZALO DE CEVALLOS
Gonzalo de Cevallos lo tiene claro: «Innovación, innovación e innovación. Esa es la clave del futuro». Y sabe bien de lo que habla, porque la suya es una de las voces más autorizadas en el mundo de la relojería. De Cevallos director general de The Swatch Group España y responsable de varios mercados asiáticos, dirige un conglomerado de marcas que van desde manufacturas con más de 250 años de antigüedad a marcas jóvenes y muy disruptivas. «Contamos con el prestigio y el lujo de Breguet, Blancpain, Omega, Glashütte Original, Harry Winston, Jaquet Droz y Léon Hatot; en la gama alta, con Longines, Rado y Union Glashütte; en la media, con Certina, Tissot, Balmain, Mido, Hamilton y Calvin Klein; y en la básica, con Swatch y Flik Flak», enumera con un nada disimulado orgullo.
De Cevallos se considera «un privilegiado» al no utilizar dos días seguidos el mismo reloj. La elección de uno u otro, como él mismo confiesa, «depende mucho del estado de ánimo, de la agenda que tenga ese día o de cómo vaya vestido». Lo habitual en el día a día es verle con uno o dos de los últimos relojes Swatch, generalmente uno en cada muñeca, pero asegura que disfruta mucho llevando piezas del resto de las marcas del grupo: «Cómo resistirse a llevar el reloj de Omega que llegó a la Luna, a sentir el espíritu pionero de Longines o a experimentar el subidón de adrenalina de la nueva colección deportiva de Tissot». Pero el placer de llevar un reloj de manufactura, un Breguet, un Blancpain o un Glashütte Original, lo reserva para ocasiones muy especiales. «¡Es como llevar una obra de arte en la muñeca!», exclama.
De Cevallos es consciente de que, debido a la crisis derivada del COVID-19, la situación del mercado relojero mundial no es óptima, pero él se muestra optimista: «Evidentemente, como grupo nos está afectando, ya que The Swatch Group es una empresa global, pero ya estamos resultados muy positivos en aquellos países que han sido capaces de dejar atrás la pandemia. Los crecimientos en algunos mercados asiáticos, especialmente en China y Corea del Sur, están siendo espectaculares y estamos convencidos de que la recuperación global será mucho
¿Cómo va a afrontar el escenario postCOVID el sector de la relojería? ¿Qué cambios experimentará? El director general de The Swatch Group España lo analiza.
más rápida de lo esperado una vez se estabilice la situaviendo ción con la llegada de las vacunas». Y fundamenta su optimismo más en sensaciones que en datos objetivos: «Aunque esta pandemia va a marcar un antes y un después en el mercado relojero mundial, no va a ser lo suficientemente larga como para traer otro ciclo nuevo en el mundo del lujo, sino ciertas adaptaciones a los nuevos hábitos de consumo».
Entre esos nuevos hábitos está el boom de la venta on-line: «La pandemia ha derribado muros que pensábamos que tardarían años en caer, como el comercio electrónico, y eso es muy positivo. Pero también estoy convencido de que las tiendas físicas van a cobrar mayor importancia ahora: se deben convertir en ‘teatros de la experiencia’ donde el cliente se sienta el actor principal. Quien sepa manejar esa omnicanalidad, trabajar los mercados on y off, saldrá fortalecido de esta situación».
Omnicanalidad y una apuesta clara por atraer a las generaciones más jóvenes. Esas son las líneas estratégicas de The Swatch Group para el futuro más próximo: «Desde hace muchos años venimos trabajando para atraer al público joven y creo que hemos dado pasos muy importantes en esa línea, lanzando productos dirigidos a este público. Tenemos marcas centenarias y si queremos que sigan cumpliendo muchos años más debemos de enamorar a las nuevas generaciones». Y aunque se define como «optimista por naturaleza», De Cevallos asegura que no tiene una bola de cristal para saber cuándo empezará la recuperación postCOVID tras una caída de ventas en el sector que la consultora Bain & Company estima en un 35 por ciento en 2020: «No depende de nosotros, sino de factores externos. Pero nosotros seguimos trajando de la misma manera y con la misma ilusión que antes para que en el momento en que el viento se mueva, nos pille en medio del océano con las velas desplegadas».