DE EstaDo líquiDo a sóliDo
La protección de la vida y de la integridad física con un líquido puede parecer sorprendente, pero las investigaciones sugieren que la armadura líquida –flexible, ligera y, sobre todo, increíblemente resistente– puede suponer un progreso significativo en la protección en el campo de batalla. Los primeros resultados sugieren que determinadas armaduras basadas en líquidos pueden proporcionar una protección ligera al volverse sólidas ante un impacto, convirtiéndose de manera efectiva en una armadura en un instante. La armadura líquida se basa en el uso de fluidos ‘dilatantes’ –que incrementan su viscosidad con los impactos–, haciéndose más espesos y casi sólidos. La armadura, que está siendo desarrollada por el Laboratorio de Investigación del Ejército de EE.UU., no actúa como un escudo, en su lugar es introducida en un chaleco que refuerza el efecto al interconectarse entre sí cuando es golpeado por un proyectil tipo bala o metralla. El líquido distribuye la fuerza del impacto sobre un área más amplia que la armadura corporal tradicional, reduciendo el impacto localizado y desplazándolo del punto de contacto. El Kevlar se ha convertido en el material tipificado para protecciones en el campo de batalla, pero a pesar de su éxito como escudo antibalas, presenta desventajas. Al ser una armadura sólida no resulta flexible, lo que dificulta el movimiento de los soldados y, aunque se ha trabajado mucho para hacerla lo más ligera posible, todavía resulta pesada. La armadura líquida puede ofrecer una alternativa viable.
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