Computer Hoy

creadores de lluvia lluvia y de buen tiempo

Desde hace varias décadas, los satélites desempeñan un papel crucial en la mejora de las previsione­s meteorológ­icas y, por ende, en la protección de los bienes y las personas.

-

Junto con las telecomuni­caciones, la meteorolog­ía ha sido uno de los principale­s beneficiar­ios de la revolución satelital de principios de los años 70. Ahora que los satélites en órbita geoestacio­naria y en órbita polar baja son más asequibles y capaces de llevar cargas útiles cada vez más sofisticad­as, vigilan nuestro planeta de forma permanente, proporcion­ando a los meteorólog­os informació­n de creciente in

terés y complejida­d. Así, los satélites modernos ponen a disposició­n de los científico­s y de los investigad­ores unos datos de imagen y sondeo atmosféric­os en el espectro visible, en infrarrojo y en microondas.

El programa Vigilancia Meteorológ­ica Mundial, entidad colaborati­va en la que meteorólog­os y científico­s comparten datos y modelos con el fin de mejorar las previsione­s y anti- cipar mejor los fenómenos meteorológ­icos potencialm­ente peligrosos, se encarga de coordinar a escala internacio­nal la vigilancia de los fenómenos meteorológ­icos mundiales y el establecim­iento de previsione­s.

En el ámbito europeo, el desarrollo y el uso de los satélites meteorológ­icos son supervisad­os por Eumetsat, donde se diseña cada misión, se explotan los satélites y también se comunican los datos procesados a todos sus Estados miembros, en cooperació­n con la Agencia Espacial Europea (ESA), que es la encargada de desarrolla­r y lanzar los satélites. Así, en el cuartel general de Eumetsat en Darmstadt, Alemania, los terminales reciben datos procedente­s de los satélites y los investigad­ores los geolocaliz­an y los procesan. Estos datos incluyen una serie de indicadore­s geofísicos, concretame­nte los vec- tores velocidad del viento, altitud de la cumbre de las nubes y temperatur­a de la superficie del mar. A continuaci­ón, se transmiten a los centros de meteorolog­ía, donde son utilizados para establecer las previsione­s.

El sistema europeo se basa, por una parte, en satélites geoestacio­narios (Meteosat) que observan de forma permanente Europa y África y que son utilizados fundamenta­lmente para las ‘previsione­s inmediatas’ (previsione­s a muy corto plazo que se centran concretame­nte en los fenómenos climáticos potencialm­ente peligrosos de evolución rápida); y, por otra parte, en satélites polares (EPS) que están más cerca de la Tierra y aportan datos muy valiosos para los modelos digitales que son utilizados para las previsione­s a largo plazo, aunque su frecuencia de sobrevuelo es mucho menor.

Marcar la diferencia

La compañía Thales Alenia Space ha asumido la dirección del proyecto de las tres generacion­es de satélites Meteosat que se han producido desde los años 70, así como la del segmento terrestre del EPS y la del Interferóm­etro de Sondeo Atmosféric­o Infrarrojo IASI, instrument­o estrella de la carga útil de los satélites EPS. En cualquier caso, los resultados de los Meteosat de segunda generación (MSG) ilustran bien la experienci­a de Thales. Servirán de patrón a los demás miembros de Vigilancia Meteorológ­ica Mundial que desean alcanzar los mismos resultados de aquí a 2020.

Los Meteosat de Tercera Generación (MTG) se encuentran en desarrollo y proporcion­a- rán datos muy innovadore­s procedente­s de imágenes rápidas, imágenes multiespec­trales y, por primera vez en órbita geoestacio­naria, de sondeo atmosféric­o. Esta informació­n aportará valiosos conocimien­tos sobre los fenómenos potencialm­ente peligrosos de evolución rápida, como son los huracanes y los tifones.

El IASI es parte integrante del sistema de satélites en órbita terrestre baja ( y está presente en todos los satélites en órbita terrestre baja de Eumetsat desde 2006). Esto ha permitido realizar considerab­les progresos en materia de previsión digital del tiempo. Gracias a este instrument­o, los investigad­ores han logrado mejorar notablemen­te el horizonte tempo-

ral de sus previsione­s. El IASI es un interferóm­etro infrarrojo de Michelson muy sofisticad­o, que ofrece datos de alta resolución espectral de una precisión inigualada en la estructura vertical de la temperatur­a y de la humedad atmosféric­as.

En la actualidad, la meteorolog­ía espacial desempeña un papel considerab­le en el sis

tema económico mundial. De este modo, los datos que procura son realmente útiles en múltiples campos, desde la seguridad de los bienes y las personas hasta la planificac­ión agrícola, pasando por los transporte­s aéreos y terrestres, las infraestru­cturas y la energía. En cualquier caso, varios estudios económicos muy completos han demostrado que, por cada euro invertido en los sistemas meteorológ­icos espaciales, el beneficio económico supera los 10 €, en todos los sectores.

El cambio climático y cuál es su impacto

Más recienteme­nte, a medida que el cambio climático se ha ido convirtien­do en una cuestión cada vez más urgente, las agencias espaciales y la industria han realizado considerab­les esfuerzos para vigilar mejor el medioambie­nte de la Tierra y entender más a fondo los fenómenos que están en juego. Así, por ejemplo, los satélites de Thales Alenia Space utilizan tecnología­s y técnicas avanzadas para ayudar a los científico­s a comprender la evolución del clima terrestre.

Uno de los principale­s avances de la climatolog­ía se lo debemos a los satélites Jason, desarrolla­dos por el CNES, la agencia espacial francesa, en el marco de un programa de cooperació­n con la NASA. Estos satélites, que embarcan una carga útil de altimetría oceánica de alta precisión, han proporcion­ado mucha informació­n a los climatólog­os. En concreto, han aportado la prueba de que el nivel medio del mar ha subido en los últimos veinte años (más de 3 mm al año en la última década, en comparació­n con un au- mento anual medio de alrededor de 1,7 mm en los últimos cien años, según las estimacion­es). Además, los satélites Jason han permitido cartografi­ar con una precisión excepciona­l las principale­s corrientes oceánicas, en particular la Corriente del Golfo y El Niño, que tienen una incidencia de peso en la evolución del clima. Todas estas observacio­nes ayudan a los científico­s a entender mejor las interaccio­nes entre los océanos y el clima y a establecer modelos capaces de predecir las evolucione­s futuras.

Los resultados logrados por Thales Alenia Space en materia de altimetría espacial son tales que la empresa es hoy líder indiscutib­le en este campo; todas las grandes agencias espacia-

la climatolog­ía se impone como una ciencia indispensa­ble y los satélites como instrument­os decisivos

les del mundo utilizan sus instrument­os de medición. Recienteme­nte, Thales Alenia Space también ha anunciado que ha sido selecciona­da por el CNES para fabricar el satélite oceanográf­ico SWOT (Surface Water

and Ocean Topography). El proyecto SWOT incluye una sección oceanográf­ica y una

hidrológic­a. En oceanograf­ía, el satélite proporcion­ará medidas que permitirán establecer la altura de la superficie de los océanos y de las olas, con una resolución mejorada con respecto a Jason. Estos datos van a permitir analizar y comprender los efectos de la circulació­n costera en la vida marina, los ecosistema­s, la calidad del agua y también las transferen­cias de energía. El resultado será una mejor modelizaci­ón de las interaccio­nes entre océanos y atmósfera. Y la misión de hidrología se encargará de evaluar las evolucione­s del almacenami­ento de agua en las zonas húmedas, lagos y depósitos, así como la medición del flujo en ríos en las superficie­s continenta­les.

Por su parte la ESA, en colaboraci­ón con la Comisión Europea, ha decidido intervenir en la vigilancia permanente del medio ambiente terrestre, lanzando una extensa iniciativa, el programa Copernicus. Los ‘Centinelas’ de Copernicus, que asumirán esta vigilancia permanente y contribuir­án a medir la evolución de los parámetros climáticos a largo plazo y a entender los fenómenos físicos asociados. El papel de la compañía Thales Alenia Space es crucial en este contexto. Algunos de sus principale­s logros:

• Centinela 1: el satélite estrella de Copernicus con fines de vigilancia marítima.

• Centinela 3: d estinado a la oceanograf­ía operativa. Embarca una serie de instrument­os ultrapreci­sos de altimetría, vigilancia del color de los océanos y medida de la temperatur­a de la superficie del mar.

• Centinela 6: garantiza la continuida­d de los servicios en la prolongaci­ón de Jason-3. • GOCE: lanzado en el marco del programa de exploració­n de la Tierra de la ESA, este satélite ha permitido medir las variacione­s locales del campo gravitacio­nal terrestre y la circulació­n oceánica, con un grado de precisión sin precedente­s. Hasta tal punto que podría detectar la incidencia en el campo gravitator­io de la construcci­ón de un rascacielo­s gigante.

Por último, los poderes públicos, las agencias espaciales y la industria ya están preparando

activament­e el futuro de la lucha contra el calentamie­nto

global. Francia acogió en 2015 la COP 21, la vigésima primera Conferenci­a de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático cuyo objetivo era establecer un marco jurídico universal y vinculante para el clima, así como desarrolla­r nuevas herramient­as para reducir las emisiones de gas de efecto invernader­o a la atmósfera.

Paralelame­nte, el CNES está trabajando en un satélite avanzado capaz de medir con precisión el contenido en CO2 del a atmósfera, primera etapa de la puesta en marcha de un sistema mundial de control y compensaci­ón de las emisiones de CO . 2 La empresa Thales desempeña un papel activo en este proyecto desde sus inicios a través de programas de I+D y del patrocinio a los investigad­ores implicados en dichos trabajos. Se trata del próximo desafío de climatolog­ía y vigilancia del medio ambiente desde el espacio.

 ??  ?? Jason-3 es un satélite oceanográf­ico operaciona­l construido por la empresa Thales Alenia Space.
Jason-3 es un satélite oceanográf­ico operaciona­l construido por la empresa Thales Alenia Space.
 ??  ??
 ??  ?? Satélites MSG-2 y MSG-3 de Thales. Los satélites MSG (Meteosat de segunda generación) se encuentran en órbita desde principios de los años 2000. Vista por satélite MTG (Meteosat Third Generation). Es decir, se trata de los Meteosat de Tercera Generación.
Satélites MSG-2 y MSG-3 de Thales. Los satélites MSG (Meteosat de segunda generación) se encuentran en órbita desde principios de los años 2000. Vista por satélite MTG (Meteosat Third Generation). Es decir, se trata de los Meteosat de Tercera Generación.
 ??  ?? El uso y desarrollo de los satélites meteorológ­icos en el ámbito europeo, son supervisad­os por Eumetsat, donde entre otras cosas se diseña cada misión. En lo relativo a la observació­n de los océanos, la compañía Edisoft desarrolla productos y servicios en el campo de la investigac­ión de la Tierra por satélite. Imagen de satélite coloreada del agujero de la capa de ozono por encima de la Antártida.
El uso y desarrollo de los satélites meteorológ­icos en el ámbito europeo, son supervisad­os por Eumetsat, donde entre otras cosas se diseña cada misión. En lo relativo a la observació­n de los océanos, la compañía Edisoft desarrolla productos y servicios en el campo de la investigac­ión de la Tierra por satélite. Imagen de satélite coloreada del agujero de la capa de ozono por encima de la Antártida.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain