Computer Hoy

haz un gasto responsabl­e y no te la juegues

- Carlos gombau Redactor Jefe

Buenas prácticas para un gasto in-app responsabl­e. Aunque la mayoría de los usuarios no son consciente­s de ello, hace tiempo que los videojuego­s son, en España, la primera opción de ocio audiovisua­l. Como apuntan desde AEVI (Asociación Española de Videojuego­s) en su último anuario, la facturació­n cotiza al alza, con un crecimient­o del 12,6% en 2018 y un total de 1.530 millones de euros, que se correspond­en con las ventas de 8.622.282 unidades. En contraste, el cine sigue su lenta recesión y, según datos de Comscore, la taquilla en 2018 se quedó en 585,7 millones de euros, con 97,7 millones de entradas vendidas y un descenso de un 2% en número de espectador­es e ingresos. A nivel mundial, la española ya es la novena industria del videojuego –China, Estados Unidos y Japón lideran, en ese orden, el ranking–.

El número de jugadores patrios también aumentó hasta los 16,8 millones en 2018, cifra que representa el 47% de la población de 6 a 64 años y que suma un millón respecto al año anterior. Suben también los que se decantan por el smartphone como primera plataforma, hasta un 21%, igualando a los de PC y con los de consola ya a la vista con el 26%. Y, en este sentido, las apps de videojuego­s ya son un fenómeno global que supone el 22% del negocio: 29.600 mill. de dólares. Lo curioso es que, a la cabeza del top de facturació­n, se encuentran tres títulos 'gratuitos' –Arena of Valor, FGO y Monster Strike– que ingresaron in-app 2.000 mill. de dólares en la primera mitad del año.

Más conocidos en nuestro país son Candy Crush Saga, el cuarto de la lista, y Pokémon Go, en séptima posición con una media de 4 millones de dólares al día desde su lanzamient­o. Ahora bien, aunque a estas alturas nadie duda de que el desarrollo de videojuego­s para smartphone revolucion­ó y enriqueció el entretenim­iento tal y como lo conocíamos, no todo el mundo termina de tener claro que los micropagos son el futuro para la monetizaci­ón y subsistenc­ia de estos. Eso sí, entre una compra virtual y un pago por un recompensa aleatoria a modo de tragaperra­s hay un mundo que puede llevar a la frustració­n y la adicción. No te la juegues.

carlos.gombau@axelspring­er.es

@cgombau

ENTRE UNA COMPRA Y UNA RECOMPENSA ALEATORIA A MODO DE TRAGAPERRA­S HAY UN MUNDO QUE PUEDE LLEVAR A LA ADICCIÓN

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