UN breve pAseo por lA historiA de lA videotelefoNíA
La idea de poder ver la imagen de la persona con la que hablas, es casi tan antigua como la propia telefonía por voz. En cuanto quedó claro que podrían codificarse imágenes de la misma forma en la que se hacía con el sonido, alguien pensó en completar las comunicaciones humanas con la visión del contrario, para así poder verlo y no solo escuchar su voz. Durante la década de 1920, se construyeron los primeros prototipos con funcionalidad. Sin embargo, la falta de un sistema que hiciera posible la compresión del vídeo y las limitaciones que provocaba la transmisión analógica, fueron los causantes de que ninguno de ellos tuviera éxito.
En los años 50 del siglo pasado, lo intentaron de nuevo, pero también sin éxito. Y lo mismo ocurrió en los 70. Así, hasta que comenzaran a popularizarse los ordenadores y con ellos la compresión de vídeo digital, la videoconferencia se quedaría en la lista de sueños perdidos de la humanidad. Por aquel entonces, solo era retratada en películas futuristas. Finalmente, con los estándares de compresión H.26x y la creación de las redes TCP/IP, la videoconferencia despegó de una vez por todas. Además, al basarse en un sistema de estándares, muchos fabricantes pudieron sumarse a esta nueva corriente para, finalmente, llegar hasta nuestros días, cuando es posible que cualquier usuario disponga en su teléfono de varios servicios y apps móviles gratuitas, que le permiten realizar videoconferencias con quien desee y de manera rápida y realmente sencilla.