DESCONEXIÓN Y ASERTIVIDAD PROFESIONAL
Las hogueras digitales del siglo XXI y el teletrabajo. Al principio del diálogo con Glaucón en el Libro VII de La República de Platón, el filósofo de la Academia explica a su interlocutor, de forma metafórica, su teoría de cómo podemos captar la existencia de los dos mundos: el sensible (conocido a través de los sentidos) y el inteligible (por medio del conocimiento). La alegoría de la caverna hace referencia a "una especie de cavernosa vivienda subterránea" en la que habitan "unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello" y que perciben el mundo mediante unas sombras proyectadas frente a ellos de las estatuas que otros hombres portean por el fuego que se encuentra a sus espaldas. Como apunta Platón, los habitantes "no tendrán por real ninguna otra cosa más que las sombras".
LA CONSECUCIÓN DE OBJETIVOS GANA FUERZA, PERO LA DESCONEXIÓN DIGITAL ES LA CLAVE DEL TELETRABAJO
Tras varias semanas de confinamiento impuesto por el estado de alarma, la plasticidad cerebral nos ha ayudado a cambiar, aprender y adaptarnos a esta caverna del siglo XXI. Ahora bien, la alta conectividad y disponibilidad a la que nos hemos visto sobreexpuestos, el elevado consumo de contenidos digitales, las relaciones sociales a través de videollamadas y la educación y el trabajo a distancia han derivado en un cansancio cognitivo que no nos va a salir gratis. Un distanciamiento social −y acercamiento digital− al que nos hemos visto sometidos en el que, en vez de a través de sombras, hemos percibido el 'mundo real' pseudomodificado por medio de pantallas digitales.
Son muchas las ventajas del teletrabajo para los empleados y las empresas, pero somos seres sociales y la sobreexposición tecnológica y no poder captar el mundo 'a través de los sentidos' puede tener un coste emocional y cognitivo serio. Además, aunque el control del tiempo como indicador de rendimiento ha perdido fuerza en favor de la consecución de objetivos, es una moneda traicionera si nos proponemos (o imponen) metas inalcanzables. La desconexión digital y la asertividad profesional son la clave del teletrabajo. Esperemos que el aprendizaje y la adaptación a esta 'nueva normalidad' no se vuelva contra nosotros.