¿MALCOMES? ¿Y SI CAMBIAS TUS HÁBITOS?
Saltamos de una dieta a otra y lo habitual es que con ello subamos y bajemos de peso sin llegar a una condición saludable ni, mucho menos, estable. Tal vez sea el momento de cambiar nuestros hábitos. La propuesta de Chiara Marongiu ( www.chiaramarongiu.es), experta en nutrición deportiva y psiconeuroinmunología es la alimentación antiinflamatoria. El punto de partida sería eliminar los hábitos erróneos de nuestra dieta: “los mayores errores son los de ingerir constantemente hidratos de carbono y realizar muchas comidas al día. Lo ideal es limitar las comidas de cinco a tres y reducir los hidratos de carbono. Deberíamos modificar nuestras comidas para no llegar a media mañana o tarde con hambre, y si no lo conseguimos tomar unos frutos secos, un poquito de jamón, de salmón ahumado, una lata de atún… es decir, grasa o proteína. No elevar tanto nuestro nivel de insulina y no generar picos de glucemia que inflaman el cuerpo y unidos al estrés pueden empeorar nuestra condición física”. Chiara apuesta por una transformación íntegra de horarios y hábitos unida a la actividad física, por lo que es prudente consultar a un médico antes de ponerse manos a la obra. Su propuesta se resume así:
1No
comprar alimentos procesados (aquellos con más de tres ingredientes en su composición), cámbialos por alimentos naturales.
2Pasa 3Restringe
de cinco a tres comidas completas y de calidad, para no picotear entre horas.
la ventana de comidas. Adelanta la hora de la cena y retrasa cuanto puedas la del desayuno. Espera a tener hambre real y toma entonces una comida compuesta por proteínas, grasas y carbohidratos de calidad. Aumenta el período de ayuno nocturno - lo ideal para nuestro sistema inmunológico son doce horas-.
4Múevete
más y haz rutinas de ejercicio y deporte cuando tengas el estómago vacio.