■ Todo sobre seguridad: Quien no arriesga, no gana (a veces)
El ritmo del bitcoin es, en estos momentos, vertiginoso. Sin embargo, quien siga invirtiendo en la criptomoneda debería tener mucho cuidado.
Es una locura: un bitcoin, a principios de 2020, tenía un valor de solo 8.000 $ y luego cayó momentáneamente a 4.000 $. Desde entonces, ha ido viento en popa. En la actualidad (a 4 de marzo de 2021), el precio de la criptomoneda es de aproximadamente 41.180 €. Muy pocas inversiones de capital han generado una tasa de rendimiento tan alta en tan poco tiempo. Aunque antes se veía como el sustituto monetario de los ciberdelincuentes en la red oscura, ahora el bitcoin tiene una mejor reputación. El motivo es que el servicio de pago PayPal acepta la criptomoneda desde hace poco, aunque al principio fue solo en Estados Unidos pero ya implicaba un espaldarazo. Asimismo, los grandes inversores financieros muestran un mayor interés en las monedas digitales. Es por ello que el gestor de activos Fidelity, por ejemplo, ha creado un fondo que invierte en bitcoin. La criptomoneda se emplea también cada vez más como una inversión alternativa, ya que los inversores esperan una mayor inflación en el futuro debido al aumento de la deuda pública en la crisis causada por el coronavirus y muchos quieren protegerse de ello con la inversión en bitcoin.
¿Cómo puedo invertir en bitcoin?
Si no quieres perder el tren y quieres invertir en criptomonedas, debes registrarte en una plataforma de negociación adecuada. Pero cuidado, todavía hay demasiadas poco fiables o transparentes. Algunos sitios de confianza son, por ejemplo, eToro, Binance, Bitpanda, Coinbase y Bitcoin.de. Cuando hayas elegido un mercado de bitcoins, quedarán tan solo unos pocos pasos para que puedas comprar tus primeras monedas. Sin embargo, para abrir una cuenta, necesitarás algo más que el típico registro con correo electrónico y contraseña. Al tratarse de transacciones financieras, los impuestos y las medidas contra el blanqueo de capitales también tienen su importancia. Por ello, tienes que verificar tu identidad. Normalmente, se hace por vídeo y casi siempre tendrás que cumplimentar un cuestionario. Uno de los objetivos de esta medida es aprovechar la experiencia en el comercio de bitcoins y otros activos de riesgo y protegerte de cualquier mala inversión. Si eso no sucede, es un síntoma de que la plataforma es más bien poco seria. Una vez que se activa tu cuenta, será el momento de depositar el dinero para la compra de bitcoins o vincular tu cuenta del mercado a una cuenta bancaria. Como método de pago, se pueden seleccionar por lo general todas las tarjetas de crédito más habituales y PayPal.
¿Invertir en bitcoins o en CFD de bitcoins?
¡Ten cuidado con lo que compras! Normalmente, la gente no opera con bitcoins, sino con los denominados CFD. Son valores, por así decir, que recrean el precio del bitcoin. Lo que lo hace peligroso es que, a menudo, estos CFD también tienen ‘palanca’. Es decir, si el bitcoin sube un 5 %, el CFD, subirá con una palanca de 2 un 10 % (ver abajo). Sin embargo, también baja. Miles de personas han perdido así mucho dinero. Como principiante en la contratación bursátil, ¡aléjate de estas operaciones arriesgadas!
Los certificados son más serios
Es mejor comprar fondos o certificados de bitcoin, que también invierten ahora en varias criptomonedas. En este caso, asegúrate también de que no tiene palanca y de que el tipo de cambio es de 1:1 (en comparación con el dólar estadounidense). La compra funciona como cualquier otro valor y también se puede realizar a través de las cuentas de valores de bancos tradicionales.
¿Debería apostar por el bitcoin?
¡Invertir en bitcoins es un quebradero de cabeza! Las criptomonedas son muy especulativas y los precios cambian de forma extrema. También es posible que el mercado pierda la confianza o que los países limiten el comercio. Por ello, solo deberías invertir una pequeña parte de los ahorros en las criptomonedas y seguro del riesgo asumido. Para aclararlo: los bitcoins, a diferencia del oro, no tienen ningún valor intrínseco, ya que solo existen de forma digital como recompensa por llevar a cabo procesos de cálculo. La moneda es más bien un producto artificial que una inversión. Aunque parece que el bitcoin ha llegado para quedarse, mañana podría ser otra historia muy distinta.