Siri y los asistentes virtuales
aunque podamos creer que a los asistentes virtuales aún les falta mucho recorrido, lo cierto es que ya existen desde hace 80 años. Concretamente, el primero (o primera) fue Audrey, creado en el año 1952 por el desarrollador HK Davis, del que poco se conoce. Este asistente era capaz de reconocer el sonido de los números comprendidos entre el 0 y el 9, con una precisión del 90 % cuando Davis le hablaba (aunque esta bajaba a un rango de entre el 70 % y el 80 %, cuando la voz no le resultaba familiar). Eso sí, la máquina distaba mucho del tamaño de un smartphone actual, ya que medía unos 2 m de altura (hay que tener en cuenta que llegó incluso antes que los ordenadores de IBM).
Más adelante, en 1962, la tecnología siguió desarrollándose, con mejoras en el reconocimiento de la voz, además de contar con un mejor sistema de aprendizaje de vocales y fonemas. Hasta que en la década de los 80 llegó el conocido como modelo oculto de Márkov o HMM (Hidden Markov Model), un modelo probabilístico que favoreció que un asistente calculara cómo de probable era que una palabra siguiera a otras, y que se usó también en la secuenciación del ADN. Precisamente, este es uno de los grandes retos de la IA generativa, que no es otra cosa que una medición probabilística de los términos más usados por los humanos, pero con todo el conocimiento actual de Internet.
Sin embargo, Apple fue la compañía que lanzó al público masivo su primer asistente virtual, Siri, en 2011, que causó un furor parecido al que hemos podido ver con ChatGPT. De nuevo, la compañía de la manzana se adelantaba a un mercado incipiente.
Siri, Google, Alexa y otros asistentes virtuales son parte fundamental de nuestras vidas, pero su dominio parece estar en declive con la creciente popularidad de la IA. ¿Qué sucederá?
la llegada de Siri y la de otros muchos asistentes
Apple consiguió, el 4 de octubre de 2011, llevar toda la evolución de los asistentes virtuales al público masivo, con el anuncio del nuevo iPhone 4S. Pero el gran logro tecnológico fue realmente de DARPA, de nuevo con el SRI International Artificial Intelligence Center. Más adelante, Apple compró a la empresa Siri y lanzó una app para iOS que, en principio, iba a llegar a Android y BlackBerry. Aunque en realidad nunca lo hizo.
Por tanto, se puede decir que Apple consiguió masificar el uso de los asistentes y, desde entonces, han aparecido otros tantos que han competido con la voz de la manzana: Amazon Alexa en 2014, Cortana de Microsoft en 2015 y el asistente de Google, cuya versión en español llegó en mayo de 2017.
Con el paso de los años, los usuarios nos hemos acostumbrado a los asistentes virtuales para todo tipo de tareas. Así lo refleja un estudio de IAB Spain, sobre el audio en España, realizado a 1.178 personas, entre el 7 de diciembre de 2022 y el 3 de enero de 2023. Según los resultados, un 35 % de los españoles utilizan asistentes virtuales en su día a día para tareas diversas, aunque las mayoritarias son poner música (80 %), consultar el tiempo (60 %) y buscar contenido en Internet (53 %).
Eso sí, con un uso mayor entre los 25 y los 34 años. Esta es la franja de edad que mejor ha integrado en su rutina estos asistentes. Y lo ha hecho con numerosas soluciones de hardware como Google Nest o la familia Echo de Amazon. Ahora bien, ChatGPT ha puesto en duda que el futuro pase por Alexa, Siri o Google, desafiando por completo a un sector tecnológico que no creía tener rival.
el probable principio del fin
La llegada de ChatGPT al público masivo ha supuesto un antes y un después en la historia de los asistentes virtuales, que parecen haberse quedado detrás en esta carrera de fondo. El pasado 2 de junio, Microsoft anunciaba que ponía fin a Cortana, un asistente que nunca terminó de convencer a los usuarios de Windows, y cuyo nombre era una referencia a la IA del mítico videojuego Halo, de Xbox. La compañía fundada por Bill Gates hacía referencia a su plan B, Copilot, una IA del mismo estilo que ChatGPT y que ya se ha integrado en el famoso Bing Chat, desarrollado gracias a los avances de OpenAI.
De momento, el silencio reina entre grandes compañías tecnológicas como Apple, Amazon o Google, aunque esta última ya está inmersa en el desarrollo de Bard, la IA de Google. Habrá que ver si la muerte de Cortana supone o no el principio del fin de los asistentes virtuales. ❱