Suscripción: un modelo no apto para todos los bolsillos
Sobre Streaming, SuScriPcioneS y Piratería. Cuando Netflix llegó a España el 20 de octubre de 2015, su oferta partía de los 7,99 € por la suscripción para un dispositivo en calidad SD, 9,99 € para dos en HD y 11,99 € para cuatro en 4K. Ocho años después, el precio del plan Básico se mantiene en los 7,99 €, pero los perfiles Estándar y Premium han sufrido subidas en 2017, 2019 y 2021 hasta alcanzar los 12,99 € y 17,99 €, respectivamente. Y parece que esta tendencia no se detendrá pronto. De hecho, en algunos países de nuestro entorno, como Francia o Reino Unido, ya es oficial la subida a 10,99 € del plan Básico y 19,99 € del Premium, precios que no tardarán en llegar a más regiones. La compañía justifica cada subida con el aumento de contenidos exclusivos y nuevas funciones.
El crEcimiEnto dEl númEro dE cliEntEs sE ha dEsacElErado y cada vEz más usuarios optan por planEs básicos.
Pero no son los únicos. En Disney+ (11,99 € del plan Premium frente a los 6,99 € de salida en 2020) han seguido la misma senda. Mientras, en Apple TV+ (4,99 € en 2019, 6,99 € ahora) y HBO Max (de 7,99 € en 2016 han pasado a 9,99 €) han sido más comedidos. Las ofertas de lanzamiento fueron todo un aliciente para suscribirse, pero ¿la burbuja del streaming se infló demasiado rápido? Con el paso de los años, nos hemos visto obligados a pagar más por ver las series que nos gustan y el modelo corre peligro de colapsar: el crecimiento del número de clientes se ha desacelerado y cada vez más usuarios optan por planes básicos para poder hacer frente a tanta suscripción.
Las grandes plataformas han entrado en una fase en la que deben demostrar a sus inversores que son negocios viables, al tiempo que fidelizar a sus clientes con una oferta atractiva. Pero a medida que el panorama del streaming ha madurado, nos hemos vuelto más selectivos. Y una cosa está clara: no hay bolsillo que aguante este modelo. Quizá sea el momento de decir 'basta ya' a tanta subida. Mientras, el fantasma de la piratería sigue ahí. Según el Observatorio 2022 de piratería y hábitos de consumo, el pasado año dejó el menor descenso de la piratería (2,5 % interanual) desde la irrupción de las plataformas de vídeo. Si hablamos de películas y series, se ha pasado de un 37 % y un 30 % sobre el total, respectivamente, de consumidores piratas en 2015, a un 24 % y 20 %. Ahora bien, la tendencia plana de la piratería de series este último año hace temer los peores presagios de la industria. ¿Será 2023 un punto de inflexión?