desde japón, Con monstruos y animaCión
Las sagas de videojuegos japonesas han mantenido una buena relación con la animación. Nintendo, Level-5 e, incluso, Sega dan buena cuenta de esa colorida sinergia.
La industria de los videojuegos no se entendería sin Nintendo y Sega, que desde los 80 contribuyeron a definir sus estándares. Ambas compañías cuentan con una gran licencia que, además de con sus juegos, ha arrasado en los ámbitos del cine y la televisión. Por supuesto, hablamos de dos tótems como Pokémon y Sonic, respectivamente. El caso de Pokémon es un poco raro, por cómo están distribuidos sus derechos (de hecho, Game Freak, la compañía responsable de los juegos, ni siquiera pertenece al entramado empresarial de Nintendo), pero la Gran N tiene mucho que decir en lo que se hace con ellos. Y lo que se ha hecho desde finales de los 90 es una serie de anime protagonizada por Ash Ketchum y Pikachu, que a través de veinticinco temporadas han ido visitando todas las regiones en las que se ambientaban las sucesivas generaciones; justo hasta este año, cuando se ha anunciado un reseteo que dará el papel protagonista a nuevos personajes. Además, ha habido múltiples películas de Pokémon, tanto de dibujos animados como de imagen real. Ahí está Detective Pikachu, que sonaba muy rara de primeras por su propuesta de criaturas de carne y hueso y que, al final, salió bien.
Y, hablando de carne y hueso, lo mismo sucedió con las dos películas de Sonic que Sega ha estrenado en los últimos años. El salto del erizo azul a la imagen real daba miedo ya de por sí pero, encima, el primer tráiler, que lo mostraba como un adefesio inenarrable, aterrorizó a los fans. Paramount tomó nota de las críticas, rehizo su diseño por completo y acabó arrasando en la taquilla. Además, el puercoespín ha protagonizado múltiples series de dibujos animados: la última de ellas, Sonic Prime, hace unos meses. Y otra compañía japonesa especialista en universos transmedia es Level-5, responsable de Inazuma Eleven, Yo-Kai Watch o Profesor Layton, cuya popularidad se debe tanto a los propios videojuegos como a sus series de televisión. Aparte, para Ni no Kuni, la compañía se alió con una institución del cine y la televisión como es Studio Ghibli.