modernidad de Carne y hueso
Poco a poco, en los últimos quince años, las adaptaciones de videojuegos al cine se han ido asentando con propuestas más trabajadas y cabales que las de las dos décadas anteriores, lo cual no quita que haya seguido habiendo más de un tropezón.
La relación entre los videojuegos y el cine ha mejorado de forma muy significativa en los últimos doce o quince años. Sigue habiendo algún que otro bodrio, pero en general no existe ya ese instinto automático de rezar por la buena salud de la adaptación en cuestión. Algo que sí sucedía habitualmente durante las dos décadas previas, cada vez que a algún lumbreras se le ocurría alguna idea de difícil ejecución.
En esta nueva era de películas con actores de carne y hueso, llaman la atención varios reseteos de sagas icónicas. Por un lado, cabría destacar el de Tomb Raider, muy similar al que se produjo en el propio ámbito de los videojuegos. Así, si las películas de Angelina Jolie mostraban a una Lara Croft exuberante y provocadora, la de 2018 de Alicia Vikander la presentaba como una mujer menos despampanante o arrogante, con sus dudas y empezando un viaje de crecimiento. Por otro lado, Mortal Kombat también se rehizo en 2021 con una película mucho más efectiva que las dos de los 90. Por su puesto, aquí tuvo mucho que ver el hecho de que, hoy en día, los derechos de la cruenta saga de lucha pertenezcan a Warner Bros, bajo cuyo paraguas está NetherRealm Studios.
Hay otras dos compañías multiplataforma que han puesto grandes esfuerzos en las adaptaciones cinematográficas, con resultados probablemente peores de lo esperado. Una es Ubisoft, que estrenó en la gran pantalla dos películas casi hermanas entre sí, como fueron Prince of Persia: Las arenas del tiempo y Assassin's Creed. No en vano, la saga de los asesinos y los templarios nació como una derivación de la principesca. La otra es Capcom, que no ha acabado nunca de cosechar buenas críticas, y no será por no haberlo intentado. Después de las múltiples películas de Resident Evil con Milla Jovovich, se animó a hacer Welcome to Raccoon City, una cinta más relacionada con los juegos, pero realmente desastrosa, a la cual se sumó también una serie episódica para Netflix que no le andaba a la zaga. Además, probó a llevar también Monster Hunter al celuloide con su musa Milla Jovovich, pero ya nadie se acuerda de ello, pese a que fue hace tan solo tres años. En cualquier caso, no acaba ahí el reguero de medianías. Se podrían añadir a las adaptaciones de Need for Speed y Max Payne, y eso que contaron con actores como Aaron Paul y Mark Wahlberg, respectivamente. Donde sí ha funcionado mejor la cosa es en la combinación de imagen real y CG. Ya hemos hablado en este reportaje de las de Sonic o Detective Pikachu, pero no se puede olvidar tampoco a Warcraft, el traslado a la gran pantalla la obra magna de Blizzard. Hasta Tetris ha inspirado una película, que precisamente se estrenó en Apple TV el pasado día 31 de marzo. En este caso, no se trató de una adaptación de la jugabilidad del título, porque no tendría ni pies ni cabeza, sino que se narra la historia de cómo un juego que fue creado en la Unión Soviética pudo saltarse el Telón de Acero de la Guerra Fría, para convertirse en un hito del videojuego.
hasta tetris ha inspirado una pelíCula, Que se estrenó en apple tv el pasado 31 de marzo
nizada nada menos que por Tom Holland y producida por Columbia Pictures, un sello de la propia Sony. Y, este año, en verano, fue el turno de Gran Turismo, a la que en el futuro seguirán diferentes producciones basadas en Horizon, God of War, Ghost of Tsushima, Days Gone... Además, la compañía ha sabido repartir los huevos entre diferentes cestas y confiar en compañías tan destacadas como Amazon o Netflix.
el streaming como punta de lanza
Precisamente, las plataformas de streaming son una de las explicaciones del auge que han experimentado las adaptaciones de videojuegos, especialmente por lo que respecta a las series episódicas. Antes, lo habitual era más bien hacer películas, pero eso conllevaba el riesgo de un posible fracaso en la taquilla, bien por la propia calidad de la producción, bien por desinterés del público o por la concurrencia con otras obras más mediáticas para el espectador medio. Sin embargo, todo eso se mitiga con las plataformas bajo demanda, donde a cambio de la suscripción mensual de rigor cada uno puede disfrutar de los contenidos al ritmo que desee, algo que, además, favorece el boca a boca de las redes sociales.
En ese sentido, ahora mismo, Netflix atraviesa una brutal crisis de popularidad, debido a su plan para suprimir las cuentas conjuntas. No obstante, es justo reconocerle lo que ha hecho en los últimos años por los videojuegos, al apostar por series como Castlevania, League of Legends, Cuphead o Cyberpunk.
Y por si todo lo que hemos recogido en este reportaje no fuera suficiente, hay que recordar también que ya hay en producción nuevas películas y series basadas en Metal Gear, Silent Hill, Streets of Rage, Yakuza, Fallout, Borderlands, Splinter Cell, Gears of War, Devil May Cry, Dead by Deadlight, Tomb Raider... Tras tantas décadas de sinsabores, es una delicia saber que vamos a poder disfrutar de nuevas maneras de esos universos de leyenda, tanto en una butaca del cine como en el sofá.