El año que vivimos peligrosamente la explosión de la ia
Un thriller de sobremesa de fin de semana. Hasta hace no tantos años, en el mundo tecnológico había tan solo un puñado de famosos. A lo sumo, Bill Gates y Steve Jobs eran nombres conocidos por personas ajenas al sector. Actualmente, sin embargo, se podría llenar una temporada entera de 'Gran Hermano' de famosetes con excéntricos personajes como Mark Zuckerberg (CEO de Meta), Jeff Bezos (accionista mayoritario de la gigantesca Amazon), Elon Musk (al mando de Tesla y X, entre otras compañías), Sam Bankman-Fried (fundador de FTX y rey de las criptomonedas) o Sam Altman (creador del bot IA de OpenAI, ChatGPT). Porque cada uno de ellos aporta un amplio repertorio de historias pintorescas, algunas, incluso, dignas de teleserie de sobremesa de sillón y mantita.
¿Deberíamos haber esperaDo a lanzar proDuctos De inteligencia artificial a un munDo que aún no está preparaDo?
El ejemplo más reciente es el enrevesado thriller de fin de semana sobre el jefe de OpenAI, Sam Altman, en el que en un principio no estaba muy claro quién era el asesino, quién la víctima o cuál podría ser el motivo. La trama se centraba en el despido inesperado del fundador y cerebro de ChatGPT, por parte del consejo de administración de esta multimillonaria empresa. La razón esgrimida: "falta de comunicación". Una conmoción para la industria tecnológica. ¿OpenAI, la start-up de fabuloso éxito, estaba de repente en crisis? Tal vez, en algún momento, lleguemos a saber qué es lo que pasó. Pero una cosa es segura: el dinero y el poder jugaron un papel importante.
Ahora bien, las luchas entre bandos y las cuestiones éticas obviamente también tuvieron algo que ver. Y todo se resume en: ¿deberíamos haber esperado a lanzar productos de inteligencia artificial a un mundo que aún no está preparado? Lo cierto es que Sam Altman parecía querer continuar su camino bajo una nueva bandera formando un intrépido equipo de IA en Microsoft. Un ingenioso golpe para el jefazo en Redmond, Satya Nadella, que no tenía otra alternativa, porque se trata de una inversión de miles de millones y del futuro de la empresa. Pero cinco rocambolescos días después, el siguiente culebrón: Altman se reincorpora en tiempo récord. ¿Es este el final feliz de la historia? Yo no lo tendría tan claro. El estreno de una segunda temporada de este 'Gran Hermano' es tan presumible, como que Google y Microsoft tendrán sus minutos de pantalla. Y es que, en Silicon Valley, como en Falcon Crest, el poder y el dinero lo son todo.