Habitación con vistas
El biólogo marino Michel André lleva años cartografiando los sonidos de océanos y ríos. Su misión: reducir la contaminación acústica bajo las aguas.
A Manhattan desde el nuevo 1 Hotel Brooklyn Bridge.
Pocos sonidos resultan más relajantes que los de las olas del mar, pero ¿a qué suenan las profundidades?, ¿qué escuchan los animales bajo el agua? “Durante millones de años, el océano seguía el ritmo armonioso de los sonidos biológicos”, nos cuenta Michel André. “Pero en menos de un siglo, desde que los humanos empezamos a explotar de forma industrial sus recursos, hemos convertido este equilibrio vital en una cacofonía letal que amenaza la propia supervivencia de nuestro planeta”. Responsable del Laboratori d’Aplicacions Bioacústiques, André lleva dos décadas dedicado a realizar un mapa acústico que permita analizar los efectos del tráfico marítimo, las prospecciones petrolíferas y demás polución acústica en los animales, sobre todo en los cetáceos. Por esta labor, recibirá este mes el Premio a la Investigación de la Sociedad Geográfica Española.