FINCA CORTESÍN
Lo difícil aquí es decidir el plan: jugar al golf en su campo de 18 hoyos con greens renovados, entre olivos, encinas y adelfas, darse un masaje thai, reservar en su restaurante gastronómico o pasar el día en el beach club. Cualquiera de ellos es un acierto en este íntimo hotel, inspirado en las grandes casas de veraneo mediterráneas y rodeado de frondosos jardines. La mejor manera de llegar: en helicóptero (tiene helipuerto). LA CENA (con mayúsculas): en el restaurante fusión japonesa-mediterránea Kabuki Raw, con una estrella Michelin.
La habitación para reservar: la Pool Suite, con techos altísimos y terraza abierta con vistas al mar. El mejor
momento del día: un almuerzo en el beach club, en Bahía de Casares, alternando la cama balinesa con paseos y zambullidas. El detalle: la decoración personalizada de las suites, con suelos de ‘mármol’ travertino romano, alfombras de fibras naturales, sábanas y toallas de algodón egipcio. No te puedes perder: la nueva zona del spa incluye unas barras que cuelgan del techo para ciertos tratamientos asiáticos enfocados en aliviar el estrés y los desequilibrios corporales. Lo nuevo: la tienda Bakar, donde comprar velas de Cire Trudon, sombreros Filùhats o vestidos de Thierry Colson (Casares del Sol, 2, Casares, Málaga; fincacortesin. com; HD: desde 531€).