VINO Y MODERNISMO
En el Camp de Tarragona se encuentran numerosas obras modernistas estrechamente ligadas a la gastronomía y al vino.
Si hay un arquitecto modernista por antonomasia, ese es Cèsar Martinell (24 de diciembre del 1888 - 19 de noviembre del 1973). Vallense de origen, Martinell tendió un puente entre los intelectuales de la Renaixença catalana y la generación de la posguerra y lo hizo con numerosos proyectos y estudios en el ámbito del arte y la arquitectura. En el Camp de Tarragona son muchos los municipios que cuentan con construcciones y obras de restauración impulsados por Martinell. En su Valls natal, una ruta permite descubrir algunos de los legados arquitectónicos que planeó. Aunque tal vez una de las obras más significativas de Martinell se encuentra a solo seis minutos de la ciudad que le vio nacer. En Nulles, Martinell realizó el proyecto de su cooperativa agrícola, un templo dedicado a la fabricación del vino, que se materializó fruto del esfuerzo colectivo de los payeses de la localidad, unidos en cooperativa ahora hace un siglo, en 1917. Emplazada en un punto estratégico del término municipal, junto a la vía del tren, la cooperativa de Nulles realizó su primera vinificación en el año 1920. El equipamiento arquitectónico que planeó Martinell destaca por su gran belleza, por los arcos parabólicos que permiten la ventilación natural de su interior, donde la luz penetra y juega con las tinas, que almacenan litros de vinos de la DO Tarragona. La Cooperativa Agrícola de Nulles, que todavía sigue produciendo vinos de la manos del centenar de socios del pequeño municipio, es hoy en día también el escenario de catas de vino, cenas maridaje e intere onómicas. Para más información