CREADORES DE NUESTRO TIEMPO
Mario Moretti
Con vistas privilegiadas a la plaza del Duomo, el showroom de Marino Moretti (Via del Duomo, 55) expone piezas que retoman la tradición ceramista del Renacimiento con decoraciones pictóricas y combinaciones cromáticas muy sofisticadas y modernas. Hijo de un coleccionista de arte, Marino Moretti imparte talleres en su Studio d’Arte, en el número 12 de la Via del Castello Vecchio, un esplendido atelier desde el que también organiza visitas a la fortaleza. La estridencia de los colores –en una ciudad que destaca por la sutileza de sus matices, desde el verde de los bosques y al amarillo de la toba volcánica– impresiona por su audacia (marinomoretti.it).
Orogami
Continuando por la Via del Duomo, entre balcones y arcos medievales, se llega hasta la casa de alta joyería Orogami, que combina las palabras oro y gamos, que en griego significa unión, y se inspira en la historia, la arqueología y los símbolos espirituales orientales. Sus creadores, Tiziana y Massimo Aloisio, son dos diseñadores romanos que, tras conocerse por casualidad en un avión y compartir de inmediato el amor por la belleza y las joyas, decidieron instalarse en Orvieto para hacer realidad su sueño. Cada una de sus joyas tiene un significado preciso y las creaciones son complejas texturas que entremezclan la artesanía y la cultura (Via del Duomo, 14/16; orogami.com).
Too Italy
Llegadas directamente desde Roma a Orvieto –de la que están enamoradas– las jóvenes diseñadoras Alessia Stendardo y Giovanna Gentili presumen de lema: “no hay que tirar nada, todo se recrea y se regenera”. Basta con visitar su tienda Too Italy, en Piazza Ascanio Vitozzi 1-3-5 (tooitaly.it), para reconocer en sus coloridos bolsos los materiales industriales que los componen. De hecho, usan un particular pvc (material sintético especial), con una mezcla secreta y 100% ecológica, para producir clutches (bolsos de mano), mochilas y bandoleras. Esta primavera conquistan sus flores, corazones y pájaros.
Bottega Michelangeli
Dejando atrás el Duomo, nos adentramos en una calle en donde la antigüedad y los cuentos de hadas cobran vida. Es la Via Gualverio Michelangeli, en cuyo número 3 se levanta la sede de Bottega Michelangeli (michelangeli.it). Aquí, cinco generaciones de carpinteros, cuya primera tienda data del s. XVIII, han elevado la carpintería a la categoría de arte, con trabajos en los que han dado vida a criaturas fantásticas y muebles únicos. En el taller, un teatro ottocentesco (del siglo XIX), los objetos en madera son los protagonistas de representaciones únicas: gatos en escorzos imposibles, burros que son botelleros, perros con miradas tan conseguidas que parecen reales...
Manassei
El binomio tradición y modernidad encuentra uno de sus mejores ejemplos en la casa boutique de la escultora Monica Coscioni. En el Spazio Manassei, en el 11-13 de Via Adolfo Cozza (spaziomanasseigioielli.com), la artista vive y trabaja, rodeada de sus piezas de cachemir y joyas que parecen criaturas marinas, donde piedras preciosas, telas y objetos de plata se combinan para crear objetos de arte casi futuristas de elegancia atemporal.