Señores del mar
MSC Cruceros se consolida como una de las compañías más innovadoras del mundo. Hablamos con su presidente ejecutivo sobre el presente y el futuro de un sector que no deja de crecer.
Hablamos con Pierfrancesco Vago, líder de MSC Cruceros, del presente y futuro de la compañía.
Hablamos con Pierfrancesco Vago, presidente ejecutivo de MSC Cruceros. Condé Nast Traveler le acaba de nombrar ‘Empresario del año del sector viajes’. Con él la naviera se ha convertido en una de las más importantes del mundo, la mayor de propiedad familiar, con un crecimiento de más del 800%. Ahora, su objetivo para los próximos años es triplicar la capacidad de pasajeros gracias a unas inversiones multimillonarias y a la construcción de once nuevos barcos.
¿Hay ideas preconcebidas respecto a los cruceros?
La gente tiene miedo a marearse, a aburrirse, pero cuando lo prueban se dan cuenta de que no hay otro tipo de vacaciones que ofrezca tan buena relación calidad-precio. El dinero es muy importante, pero el tiempo lo es más. No queremos sacrificar nuestro tiempo de vacaciones ni arriesgar los pocos días libres que tenemos en algo que no merece la pena. Nosotros ofrecemos un servicio de hotel de cinco estrellas, gastronomía de primera, tratamientos de spa, actividades de ocio... A bordo de nuestros barcos tenemos tanta variedad de opciones que nunca te aburrirás.
¿Cuál es la tendencia en cuanto a los itinerarios?
Somos una compañía global que navega por todo el mundo. Tenemos doce barcos que ofrecen recorridos por el Mediterráneo, por el Adriático, el Caribe, el norte de Europa, Asia, Oriente Medio... En concreto, en el mercado español, que es muy importante para nosotros, se viaja mucho por el Mediterráneo. El periodo fundamental es el verano, pero los cruceristas comienzan a viajar fuera de temporada y buscan destinos como Argentina. Muchos españoles, y eso se nota en las cifras, aprecian el encanto de los cruceros de invierno, no sólo en el Caribe y Oriente Medio, también recorren el Medi- terráneo durante los meses de invierno. Este año 450.000 españoles han hecho un crucero, un tres por ciento más que el año pasado. Un 65% repite al menos una vez, y un tercio repite una tercera. El porcentaje de repetidores es altísimo.
¿Los barcos de hoy en día son como parques temáticos?
A bordo se ofrece todo tipo de entretenimiento para todas las edades: parques acuáticos, cines, espectáculos, pero todo está testado y diseñado pensando tanto en la seguridad como en la calidad y en la diversión. La innovación es el motor de nuestra compañía. Hemos invertido 9.000 millones de euros para tener lo más avanzado del mundo. Como anécdota, una de las próximas innovaciones que vamos a incorporar son unos androides que serán quienes te sirvan las bebidas.
Se critica los problemas medioambientales que plantean los cruceros, ¿qué puede decir sobre esto?
Somos una compañía privada con más de 300 años de historia ligada al mar: amamos el mar. ¡Vivimos del mar! Somos los primeros interesados en cuidarlo. Es nuestro elemento natural. En esas inversiones de las que he hablado –9.000 millones de euros– hemos puesto especial empeño en reducir al mínimo el impacto de nuestros buques. No se vierte ningún tipo de elementos al mar y reciclamos todos nuestros residuos. Estamos desarrollando un motor de gas para cruceros que no contamina nada y del que estamos muy orgullosos.
El tamaño de los barcos aumenta, ¿dónde está el límite?
Creo que ya hemos alcanzado el límite, el cual está muy condicionado por el tamaño de los puertos. Ahí influyen factores como las aguas, la localización, el valor histórico de la zona… Ahora mismo la eslora (la longitud máxima) es de 320
metros y la manga (la anchura), de 45. Consideramos que este es el tamaño para que un barco pueda operar por todo el mundo sin grandes limitaciones.
¿Son los puertos los que condicionan las rutas y las dimensiones de los barcos?
En Europa, donde hay mucha burocracia e historia, hay más limitaciones. Pero también hay que tener en cuenta que, antes de la aviación comercial, los viajes se hacían por mar y eso hace que tengamos buenas infraestructuras portuarias aunque, lógicamente, hay que adaptarlas a los tiempos actuales.
¿Cuánto influye la situación geopolítica en los cruceros?
Muchísimo. La seguridad y la tranquilidad de nuestros clientes es lo principal y por eso variamos las rutas en función de los acontecimientos, pero son los propios cruceristas quienes descartan los viajes que pasan por zonas conflictivas. En ese sentido tenemos una gran ventaja respecto a los hoteles y es que nosotros podemos trasladar nuestros barcos de una zona a otra.
Imagino que esa movilidad permite, además, acceder al buen tiempo durante todo el año.
Ese es otro de nuestros grandes atractivos. Los barcos siguen el sol. Buscan las buenas temperaturas que hay en un lugar u otro del planeta. Con eso eliminamos la estacionalidad. Así podemos ir, por ejemplo, a lugares como Abu Dhabi o Dubái, que son muy interesantes, no sólo por las compras, sino también porque son lugares con una cultura muy diferente y unos paisajes increíbles.
Hablemos de las perspectivas para el futuro.
El panorama es optimista y todavía tenemos por delante un margen muy amplio para crecer. España es el quinto país de Europa en número de cruceristas. El boca a boca es muy importante para el crecimiento del mercado porque, como decía, la gente que viene repite. En MSC estamos convencidos de ese crecimiento, por eso hemos encargado 11 barcos más para los próximos ocho años. En la compañía vamos a pasar de 1,8 millones de pasajeros anuales hasta los 4,8 millones para 2025.
¿Dónde vas de vacaciones?
Siempre al mar. En cuanto tengo unos días me voy al mar con la familia. No puedo ir de crucero en nuestros barcos porque, en cuanto subo a uno, se convierte en trabajo y no desconecto. Suelo navegar por el Mediterráneo, el mar más bonito del mundo. Me gusta sentir la fuerza del viento en las velas.