Condé Nast Traveler (Spain)

Editorial

- Sandra del Río, directora @Sandra_del_Rio

Esta frase casi siempre se asocia negativame­nte al día de hoy, y sugiere una esperanza futura de pasar página. Yo podría decir que para mí hoy es un gran día y un día horrible. Hoy escribo mi último editorial en Traveler, hoy dejo de ser la directora de la revista más bonita del mundo, que tiene al mundo como socio, colega y amigo. Han sido muchos años que me han parecido segundos, pero también ha habido segundos que me han parecido siglos. He descubiert­o, he disfrutado, he aprendido y espero haber hecho un buen trabajo invitando a soñar, a sentir, a demostrar que el viaje es una de las formas más efectivas de la felicidad. Las cosas que he vivido, la gente que he conocido, los amigos a uno y otro lado de todos los océanos, la gente de Condé Nast, con la que trabajo desde hace tanto tiempo y son parte de mi mochila emocional, los lectores de Traveler, incondicio­nales, que han conseguido subirme la autoestima y las ganas de hacer cosas para las que nunca pensé estar preparada. Si me pongo a pensar en lo que dejo, me digo “mañana será otro día”, con el ánimo por los suelos y las alas rotas. Y estaría entrando en un territorio de error egocéntric­o, horror vacui, cobardía existencia­l. Estaría traicionan­do todo lo que Traveler me ha enseñado y yo he aplicado con alma y vida. ¿Que se cierra una puerta? ¡Pero si la casa tiene veintiuna ventanas! ¿Que este viaje se acaba? ¡Ahora mismo empiezo a trabajar en el siguiente! ¿Que siento vértigo? ¡Pues salto!

Un día, entre un aeropuerto y otro, ¿o fue entre una estación y otra? ¿O en una carretera de dos direccione­s? No tiene importanci­a dónde fue, pero lo cierto es que me puse a pensar en las cosas importante­s de la vida. Pensé que iban a llegar en cascada montones de cosas, pero una idea se clavó y no dio paso a ninguna más. Tiempo. Clave, moneda de cambio, tesoro. Y con mucho cuidado, paso a paso, he ido viajando hacia ese deseo profundo y elemental de los seres humanos: tener tiempo.

Así que aquí me tenéis. Hecha polvo porque dejo de ser la voz de Traveler. Contenta porque siempre estaré unida a Condé Nast, que es tan parte de mí como yo de ella. Ilusionada porque también voy en busca de esos momentos que siempre he dejado aparcados en una expedición, en una página de la revista, en una reunión importante.

Me gustaría ser más brillante en este editorial, porque es el último, y porque lo escribo a los pies del Etna, muy cerca del pueblo donde nací, y eso le confiere una energía arrollador­a a cada palabra.

Pero no soy capaz. Se atragantan las palabras y la emoción se hace silencio. Mañana será otro día. ¡Pero hoy es hoy y vamos a disfrutarl­o también! Gracias a todos, siempre viajaréis conmigo.

 ??  ?? Casa Cuseni, Taormina. A los pies del Etna está el hotel-museo más emblemátic­o y elegante. Su primer propietari­o, Robert H. Kitson, lo convirtió en hotel para artistas internacio­nales. Arte, historia y belleza son sus valores.
Casa Cuseni, Taormina. A los pies del Etna está el hotel-museo más emblemátic­o y elegante. Su primer propietari­o, Robert H. Kitson, lo convirtió en hotel para artistas internacio­nales. Arte, historia y belleza son sus valores.
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain