Desde el Public NYC.

Ian Schrager vuelve a romper las reglas con su nuevo hotel en Manhattan.

Si Public NYC hubiera existido en los años 70, es seguro que muchas de las fiestas del Studio 54 habrían acabado aquí. Igual que, de haber estado abierto cuando Steve McQueen rodó Shame (2011), habría metido a Michael Fassbender en una de estas camas. Pero Public acaba de abrir y la filosofía del nuevo hotel de Ian Schrager – creador de la mítica discoteca y del concepto de ‘hotel boutique’– no puede estar más acorde con los tiempos: lujo democrático y accesible. Una especie de club privado con precios de Airbnb (desde 170)) para una nueva generación de viajeros que no quieren hacer gastos innecesarios (olvídate de la recepción, de los botones, del room service...) y que aprecian los espacios donde socializar y trabajar. Sofisticado y visualmente provocador, no echarás de menos nada de lo que esperas encontrar en un cinco estrellas, ni en diseño –lo firma Herzog & de Meuron–, ni en entretenimiento, ni mucho menos en glamour. Con 370 habitaciones diseñadas eficientemente como el camarote de un yate –si las luces de Manhattan te desvelan, dale al botón para cubrir el ventanal–, Public tiene dos restaurantes de Jean-Georges Vongerichten, un modernísimo espacio para eventos y espectáculos, un bar en la azotea y hasta un jardín secreto. Está claro que Schrager sabe cómo organizar una fiesta y cómo crear nuevas tendencias.