Entrevista con Josep Font.
Josep Font se siente como en casa en la ciudad que nunca duerme, donde desfila por décima vez con la firma Delpozo.
¿Cuáles son las claves de la colección primavera-verano 2018 que presentas ahora en Nueva York?
Lo cierto es que nunca me gusta desvelar absolutamente nada antes de presentar una colección, pero sí puedo adelantaros que será muy colorida y alegre, incluso se podría decir musical.
¿Qué tiene esta ciudad que la hace ideal para mostrar tus diseños?
Es abierta, inquieta y sigue emocionada por la moda. Desde el principio sabíamos que teníamos que desfilar en alguna ciudad internacional y Nueva York es la ventana al mundo. ¿Cuáles son tus sitios favoritos de Nueva York? El hotel Gramercy, que está en una zona un poco menos transitada del centro de Manhattan, y el nuevo Beekman, en un edificio precioso del s. XIX. Disfruto paseando por Downtown. Para desayunar, Jack’s Wife Freda, en el Soho, y para un brunch, el Café Cluny. Los días de fitting solemos comer en el estudio o me paso por Whole Foods o Trader Joe’s, dos cadenas de supermercados saludables. Si tengo más tiempo, me encanta Pietro, un italiano en Nolita, sano y casero. Para celebrar con mi equipo vamos a veces a Le Coucou, de cocina moderna francesa. En mis ratos libres intento ir a alguna galería o a ver alguna exposición. Me encanta recorrer la Frick Collection o el nuevo Whitney Museum en el Meatpacking. Otro museo que me encanta es el de Historia Natural y, hace poco, descubrí uno maravilloso en las afueras: el Dia:Beacon Museum. Lo que más me gusta de Nueva York es que cada dos esquinas hay una floristería; la mejor, Chelsea Flower Market. Para libros, la mítica librería Strand. Y un buen anticuario es John Salibello, cerca de Central Park.
De lo que has vivido en esta ciudad, ¿qué te ha marcado más?
Ir al Ballet de Nueva York. Me encanta la danza, el teatro, pero en particular los ballets clásicos. Fue una experiencia que nunca olvidaré.
¿Crees que existe una moda intelectual? Dicho de otra forma, si uno no se plantea hacer ropa para venderla, ¿vende más?
Absolutamente. De hecho, intento hacer una moda alejada de las tendencias, que forme parte del armario de las mujeres, temporada tras temporada e, incluso, generación tras generación. Cuando diseño, pienso tanto en una chica joven, como en una mujer trabajadora, más adulta. Creo que ahora las clientas están buscando este tipo de prendas, va ligado a la idea de sostenibilidad. Calidad frente a cantidad.
¿Seguís manteniendo mucha producción manual y en España?
Solamente producimos en España y, en Italia, el punto y los accesorios. Es fundamental apoyar a los pequeños talleres que han ido desapareciendo desde que entró la fuerza de China. Tenemos talleres por todo Madrid y sus alrededores y, para técnicas más específicas, nos vamos a otros sitios como Galicia, Sevilla, las afueras de Barcelona...
¿Sueles sacar ideas de tus viajes?
Siempre. También paseando por las calles de Madrid. Uno de mis últimos viajes fue a Chile. La isla de Chiloé me pareció fascinante.
“NUEVA YORK ES ABIERTA, INQUIETA Y SIGUE EMOCIONADA POR LA MODA. ES LA VENTANA AL MUNDO”