TENDERNOB SAN FRANCISCO
Tenderloin siempre ha sido una parte de la ciudad a evitar. El nombre viene de los días en que los policías cobraban un extra por trabajar en sus calles y, por tanto, podían permitirse comprar solomillo (su significado literal). Unas manzanas al norte –a medio camino entre el downtown y el burgués Nob Hill– hay una tierra de nadie bautizada como Upper Tenderloin, que otros insisten en llamar Lower Nob Hill. Finalmente se ha llegado a un acuerdo y TenderNob es su desafortunado nombre. La zona tiene una densa arquitectura de los años 20 que oscila entre un estilo parisién impreciso y un extravagante otomano. El último reducto de la ciudad con alquileres (medio) asequibles se encuentra donde los techies codifican sus start-ups. Para persuadir a estos aspirantes a Mark Zuckerberg de que se quiten la sudadera con capucha, Emily Holt, antigua redactora de moda de Vogue
USA, ha llenado su concept store Hero Shop (982 Post Street) de una inteligente mezcla de marcas: Rosetta Getty, J.Crew, Creatures of the Wind... En esa misma calle, en el número 1035, está Jay Jeffers, un estudio que decora los apartamentos con muebles de inspiración vintage y bicicletas Martone. A la vuelta de la esquina, los instagrameables croissants y pasteles de Mr. Holmes Bakehouse (1042 Larkin St.) suelen estar agotados a las dos de la tarde. Luego está la fusión cali-hawaiana de Liholiho Yacht Club (871 Sutter St.) y sus cócteles tropicales y los gofres con caramelo y café con leche de Louie’s Gen-Gen Room (871 Sutter St.). Para salir de fiesta por la noche, la calle Geary está repleta de bares: no te pierdas lo que se esconde tras la puerta corredera de Rye (688 Geary St.), ni a los camareros vestidos con camisetas Tenderloin & Proud que hay al otro lado de la barra de cobre de Rum & Sugar (823 Geary St.). Si tienes suerte, a lo mejor cazas a las propietarias, Natasha y Olga, pinchando jazz. Ahora que la plataforma online Reddit se ha instalado en el vecindario, frente al nuevo hotel Tilden (345 Taylor St.), podemos asegurar que su crecimiento es ya toda una realidad.