TOMAR UN GINTONIC EN UNA AZOTEA CON VISTAS
The Silo Hotel
Ciudad del Cabo ha crecido más a lo ancho que a lo alto. Sin embargo, por su orografía es perfecta para contemplarla desde las alturas. Lo es por sus grandes iconos: Table Mountain (la montaña plana considerada una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo) y Signal Hill forman un sobrecogedor anfiteatro natural que acoge el City Bowl (el centro de la ciudad), y el océano rodeándolo todo.
Dicho así, pide a gritos una vista de pájaro al atardecer. Y desde hace poco tiene la mejor atalaya: el hotel The Silo. El mismo edificio que acoge el Museo de Arte Contemporáneo, el que durante años fue la construcción más alta de toda el África Subsahariana, ahora acoge también en sus seis últimos pisos el hotel más lujoso del continente (desde 1.000€), con una espectacular azotea con panorámicas de 360º. El match perfecto lo pone el gintonic. Pero no cualquiera, sino uno de los que en los últimos tiempos han ido naciendo en la propia ciudad (Hope, A Mari Ocean Gin, Jorgensen’s, Inverroche…). ¿La diferencia? Los botánicos del Cabo, que muy difícilmente pueden encontrarse fuera del país. Y no es marketing; tiene su explicación científica: de los siete Reinos Florales que existen en el globo, seis de ellos se reparten por todo el planeta y el séptimo, el Capense, se concentra únicamente aquí, en la región del Cabo, con más de 9.000 especies endémicas. Su diversidad es mayor que la del mismísimo Amazonas y radica, sobre todo, en las plantas herbáceas y arbustos que forman una vegetación única en el mundo llamada fynbos, con la que se hacen, precisamente, los botánicos de esta nueva generación de ginebras.