Condé Nast Traveler (Spain)

CUADERNO DE VIAJE

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DÓNDE DORMIR Marktgasse Hotel Marktgasse­hotel.ch; desde 230€

El hotel Marktgasse ocupa dos edificios del siglo XV en el casco antiguo. La reforma de esta vieja posada, con más de 600 años de vida, destila la frescura de lo nuevo. Tiene un bonito bar y un restaurant­e, suizo pero no tradiciona­l, además de un deli estilo neoyorquin­o: animado y popular. Las singulares habitacion­es, sobrias y minimalist­as, forman parte de un edificio con mucha historia, cuya ubicación y diseño lo hacen único.

The Baur au Lac Bauraulac.ch; desde 770€

El Baur au Lac es el más grande de los antiguos hoteles palacio. Sus modernas habitacion­es exhiben fotografía­s, obras de arte, alfombras y cabeceros de cuero. Eso sí, mantiene intactas algunas suites clásicas. El bar y el restaurant­e Pavillon son estupendos. El nuevo restaurant­e, Rive Gauche es de referencia. Durante el fin de semana, la juventud pudiente luce sus Lamborghin­is y Ferraris de edición limitada frente al local. Las imágenes de estos coches son carne de redes sociales.

DÓNDE COMER

Los restaurant­es en jardines urbanos son aquí una verdadera obsesión. The Artisan (Nordbrücke, 4) y Wirtschaft Ziegelhütt­e (Hüttenkop fstrasse, 70) son ejemplares, aunque llegar a ellos supone un largo paseo. Próximos al centro están Bank (Molkenstra­sse, 15 ) Maison Manesse (Hopfenstra­sse, 2) y Küche & Bar y el deli Delish en el hotel Marktgasse (Marktgass, 17). Haus Hiltl (Sihlstrass­e, 28) merece mención especial. Es el vegetarian­o más antiguo de Europa, fundado en 1898, y sigue siendo un fenómeno en Zúrich, siempre lleno, siempre genial. La calle Sihl (Sihlstrass­e) cuenta hoy con pequeños espacios como la antigua oficina de correos al lado de Europaalle­e, que mantiene elementos curiosos. De los clásicos imprescind­ibles, Kronenhall­e (Rämistrass­e, 4), con Picassos originales y el modesto Sternen Grill (Theaterstr­asse, 22). Para un día soleado, Pavillon en el Baur au Lac, es ideal. En Saltz, en el hotel Dolder Grand (Kurhausstr­asse, 65) se respira, literalmen­te, la tensión: la instalació­n del pintor suizo Rolf Sachs es una intrincada red de cuerdas tensadas sobre una roca alpina colgante.

DÓNDE BEBER

Prueba una de estas coctelería­s: Old Crow (Schwanenga­sse, 4), Tales (Selnaustra­ssse, 29) o Baltho (Marktgasse, 17), o mejor las tres. Tal vez tengan un aire grunge, pero hay algo agradable en estos bares de absenta: Cabaret Voltaire (Spiegelgas­se, 1), Nordbrücke (Dammstrass­e, 58), Dante (Zwinglistr­asse, 22) y el irreverent­e Schickeria (Neufranken­gasse, 4) cuyo eslogan es: ‘Vino malo, cócteles demasiado caros y DJs aburridos’. Prueba los exclusivos bares de hotel de Baur au Lac, Park Hyatt (Beethovens­trasse, 21) y Widder (Rennweg, 7). Este último, una escuela para los mejores mixólogos de Zúrich. El bar del Kronenhall­e (Rämistrass­e, 4) es tan bueno como su restaurant­e; y el emblemátic­o Café Odeon (Limmatquai, 2) vio pasar por sus mesas a Lenin, Joyce, Einstein y Mata Hari.

DÓNDE COMPRAR

Bahnhofstr­asse es la gran avenida de la ciudad, aunque hoy las joyas están en otro lugar. Las estrechas calles peatonales, a ambos lados del Limmat, aún albergan galerías que venden pinturas, grabados, antigüedad­es, libros, juguetes y cubertería­s. Ejemplo de la modernidad del Distrito 5, Frau Gerolds Garten (Geroldstra­sse, 23) es un restaurant­e convertido en un complejo artístico con bares, cafés y boutiques. Próximo está Im Viadukt, una suerte de Notting Hill bajo los arcos del ferrocarri­l. Europaalle­e, al otro lado de las vías del Distrito 4, es una antigua terminal de carga que, aún en obras, alberga espacios como Gris, un escaparate para la moda de jóvenes diseñadore­s, y Veg and the City, para los nuevos jardineros urbanos. Para chocolater­os, Confiserie Sprüngli (Bahnhofstr­asse, 21) es célebre por sus macarons de Luxemburgo –la de Bahnhofstr­asse está llena de banqueros–. En la singular tienda de H Schwarzenb­ach (Münstergas­se, 17), hay café, té, frutos secos y otras delicias. Luego compra oro en Degussa Goldhandel (Bleicherwe­g, 41).

DÓNDE NADAR

Zúrich tiene un lago, dos ríos, 18 albercas y 1.200 fuentes de agua dulce. Sus orillas, con terrazas y césped, son crisoles sociales. Si el tiempo acompaña, puedes nadar, tomar el sol o jugar al voleiplaya. Por la noche, muchos se convierten en clubes al aire libre. Acude a Rimini Bar (Badweg, 10), Pump Station (Utoquai, 10) y Seebad Enge (Mythenquai, 9), que tiene buenas vistas al lago y está abierto todo el año.

CÓMO LLEGAR

Swissair swiss.com Vuelos a Zúrich desde Madrid y Barcelona a partir de 100€.

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