GARDEN VILLAGE BLED
El rumor del río, un baño bajo las estrellas y una velada junto al fuego son sólo el preludio. Bienvenido a tu casa del árbol.
Cumplir un sueño de la infancia es, nada menos, lo que promete este resort campestre. Ubicado al noroeste del país, a sólo diez minutos del emblemático lago Bled y su castillo, reparte sus cabañas del árbol de dos pisos, de madera eslovena, a lo largo de un bucólico riachuelo. Y cumplen su promesa con creces. Equipadas de forma funcional con minicocina, baño privado, dos camas dobles y balcón con mecedora, despiertan el espíritu de aventura. Y también todo su encanto al caer la noche y encenderse las lamparitas que conducen por un sinuoso camino hasta ellas. No tan confortables, pero aún más románticas, son las tiendas junto al río, a las que se accede por puentes colgantes y con acceso a pequeñas playas fluviales. Y para los que buscan una opción más sofisticada, la palabra clave es glamping. En distintos claros de la zona ajardinada hay una serie de cómodas tiendas amuebladas y con aire acondicionado, televisión, un gran baño y capacidad para hasta cuatro personas. Aviso: al mostrarte tu tienda te pedirán que te fijes bien en cuál es la tuya y no es baladí, especialmente si te has tomado un vino en torno a la hoguera común antes de retirarte. El sitio es más laberíntico y ofrece más privacidad de lo que parece, y nadie quiere que los extraños lleguen hasta sus dominios, especialmente si se está haciendo uso de la bañera de madera bajo las estrellas...
Más allá de la indispensable visita al castillo de Bled, que preside el precioso lago homónimo desde la altura de un acantilado de 130 metros, Garden Village Bled organiza actividades de apicultura y en el huerto, y cuenta con piscina, parque infantil y sauna finlandesa entre los árboles. También con otra piscina de agua fría de manantial, donde se puede disfrutar de terapia Kneipp con masaje de reflexología en los pies mientras se oye cantar a los pájaros. Y ten en cuenta que el desayuno, de filosofía slow food, merece que se le dedique un rato largo, igual que las deliciosas opciones de comida o cena: carpaccio de vaca eslovena orgánica, filete de ternera eco con salsa de miel, štruklji casero (rollos rellenos de manzana, nuez, requesón o estragón...), solomillo de cerdo con hierbas y maíz, trucha Bohinj con risotto de hierbas o kremšnita (pastel de crema).